La biografía de Jeannie Longo (31 de octubre de 1958, Annecy) no se puede entender sin su atronador palmarés, vitrina mastodóntica la suya. Un oro, dos platas y un bronce olímpicos; 13 oros, ocho platas y cinco bronces en campeonatos del Mundo; 59 campeonatos de Francia (entre contrarreloj y fondo), 18 platas y 7 bronces en esta competición. Además, la ciclista francesa conquistó tres Tours y otro sinfín de carreras. La gigante Longo, la leyenda, la mejor ciclista de la historia, tampoco puede disociarse de otra figura determinante, la de Patrice Ciprelli, mentor, cómplice, amigo, amante, consejero, marido y exentrenador de la gran campeona francesa, la mujer que tuvo el hambre de Merckx y el vuelo largo de los deportistas eternos. Incombustible Longo, la Marianne ciclista, se retiró a los 53 años en medio de la niebla de la sospecha. En 2011, el diario L’Équipe destapó una trama de tráfico de EPO en la que estaba implicado Patrice Ciprelli, su marido y preparador. Personas implicadas en la trama acusaron a Longo de consumir la sustancia. Longo jamás dio positivo a pesar de no someterse a controles obligatorios. Nunca fue suspendida.
Hubo un tiempo en el que las hazañas de Longo se pintaron con el barniz de lo rutinario por su costumbre a no abandonar su relación con el triunfo. Longo no se agotaba de ganar. Siempre hambrienta. Voraz el apetito, competitiva al extremo. Lo fue cuando se inició en el esquí. Fue campeona de Francia en categoría escolar y universitaria. En la universidad Jeannie Longo se colgó de la bici. Se lo susurró Patrice Ciprelli, unido al destino de Longo desde entonces. Compartieron vida en común. Él ejercía de entrenador y ella de campeona sin disimulo. Una pareja exitosa durante décadas. Jeannie Longo cayó como un rayo en el ciclismo. Atila. No crecía la hierba a su paso. Longo de punta a punta. De la pista al asfalto y viceversa. En el asalto al cielo, siempre contó con la efigie de su marido. Cosidos por el ciclismo y encadenados por el matrimonio en una carrera repleta de rosas. Las flores de meta. Las espinas brotaron en el ocaso.
tráfico de epo Las revelaciones de L’Equipe cercaron a Patrice Ciprelli, de 62 años, acusado por la compra en el extranjero entre septiembre de 2008 y septiembre de 2011 de 33 botes de EPO por un valor de 3.110 dólares (2.945 euros). Ciprelli alegó a través de su abogado que la adquisición de las sustancias prohibidas eran para consumo personal, no para su mujer. El marido de Longo argumentó que había sufrido numerosos accidentes de bicicleta y empleaba la EPO a modo de reconstituyente muscular. Con anterioridad, el nombre de Jeannie Longo apareció vinculado a un caso de dopaje. En 2011, la Agencia Francesa de Lucha contra el Dopaje (AFLD) abrió una investigación sobre la corredora, después de que Longo acumulara tres faltas de localización ante los inspectores, lo que se es considerado como positivo. Un error de procedimiento libró a Longo. Su marido ha corrido peor suerte. Patrice Ciprelli, fue condenado ayer a un año de cárcel exento de cumplimiento por importación de EPO. El Tribunal Correccional de Grenoble le consideró culpable de “contrabando de mercancía prohibida”. Una historia de EPO y espinas.