Bienvenidos al club de las remontadas; felicidades por esta victoria tan increíble”. Con este mensaje en su cuenta oficial de Twitter, los New England Patriots agasajaron en la noche del miércoles al Barcelona tras su histórica gesta ante el París Saint-Germain. El tuit, acompañado por dos fotografías de Neymar luciendo una camiseta de la franquicia de la NFL y otra de Leo Messi posando sonriente con Rob Gronkowski, una de las grandes estrellas del conjunto de Nueva Inglaterra, y sujetando en sus manos un balón de fútbol americano, tuvo rápidamente respuesta por parte del club azulgrana: “Gracias, es bueno tener ejemplos tan inspiradores”.

Y es que tras su histórico triunfo por 6-1 para dar la vuelta al 4-0 adverso cosechado en el duelo de ida de los octavos de final de la Champions League ante el conjunto francés, el Barcelona ha escrito una nueva página en la serie de remontadas épicas que se están registrando en los últimos meses en el deporte mundial, con epicentro en Estados Unidos. Los propios Patriots ganaron hace poco más de un mes la Super Bowl al derrotar a los Atlanta Falcons en la prórroga por 34-28 en un duelo que llegó a ir 3-28 en el tercer acto. Antes, en junio de 2016, los Cleveland Cavaliers derrotaron en las finales de la NBA a los Golden State Warriors (4-3) al lograr imponerse en los últimos tres partidos de la serie, algo que emularon los Chicago Cubs en las últimas World Series de béisbol, en las que los Cleveland Indians llegaron a gozar de una renta de 3-1.

En la noche del miércoles, el Camp Nou se enfrentaba a un notable equipo y a un resultado adverso, 4-0, que ningún conjunto había sido capaz de remontar en la historia de las competiciones europeas. La cosa se puso bien para el Barcelona con el 3-0, pero un gol de Cavani congeló los ánimos de todo el estadio. En el minuto 87, el Barça necesitaba aún tres goles para obrar el milagro. Fue Neymar el que lo hizo posible. Primero, con un golazo de falta por la escuadra; después, al transformar un penalti inexistente sobre Luis Suárez; y, por último, al colgar en el minuto 94 un fantástico balón al área que Sergi Roberto convirtió en gol histórico. Como dato curioso, el PSG de Unai Emery solo dio cuatro pases buenos entre el minuto 85 y el 95; tres de ellos fueron los saques de centro tras los goles azulgranas.

LeBron no se rinde jamás El serial de grandes remontadas de los últimos meses lo inauguraron en junio los Cleveland Cavaliers. Su rival en las finales de la NBA, los Golden State Warriors, habían mejorado el récord histórico de victorias de la liga en temporada regular (balance de 73-9), dominaban la lucha por el anillo por 3-1 y el quinto partido se jugaba en su cancha. Pero la suspensión de Draymond Green espoleó a los de Ohio. LeBron James y Kyrie Irving se convirtieron en los primeros compañeros de equipo en sumar más de 40 puntos en un mismo partido de las finales y los Cavs salvaron el primer match ball, antes de igualar la final en su Quicken Loans Arena, con King James anotando 18 puntos seguidos. En la cita final, en Oakland, Cleveland, con un tapón de James y un triple de Irving en los compases finales, dio la campanada al hacerse con el triunfo por 93-89 y convertirse en la primera franquicia capaz de remontar un 3-1 adverso en la historia de las finales de la NBA.

La ciudad de Cleveland, que hasta la aparición de estos Cavs llevaba desde 1964 sin ganar ningún título en una de las cuatro grandes ligas de Estados Unidos, sufriría poco después en sus carnes otra remontada histórica. Sus Indians llevaban una ventaja de 3-1 en las World Series de la Major League Baseball ante los Chicago Cubs, la franquicia gafe del país de las barras y estrellas, que acumulaba una sequía sin títulos de 108 años. Con todo en contra, los Cubs salvaron in extremis el primer match ball (3-2), ganaron a domicilio el sexto partido (3-9) y confirmaron su histórica remontada, de nuevo en Cleveland, con un histórico triunfo (8-7) en una cita para cuya resolución hubo que recurrir a los extra innings, una especie de prórroga. Para más inri, justo antes de estas entradas extras el partido quedó interrumpido por la lluvia, algo que jamás había ocurrido en la historia de las World Series y que insufló aún más agonía al desenlace.

Y como no hay dos sin tres, el deporte estadounidense volvió a vivir un tremendo sobresalto en febrero con motivo de la Super Bowl de fútbol americano. A falta de ocho minutos y medio para la conclusión del tercer cuarto, los Atlanta Falcons dominaban claramente en el marcador por un abrumador 3-28. Nadie había remontado jamás un déficit superior a los diez puntos en la historia de la Super Bowl pero los New England Patriots de Bill Belichick y Tom Brady, imperiales desde el banquillo y sobre el césped respectivamente, se pusieron manos a la obra, forzaron la primera prórroga que se vive en este evento a falta de un minuto para la conclusión del tiempo reglamentario y se hicieron con el triunfo en la prórroga por 34-28. Corren buenos tiempos para las remontadas.