Bilbao - Ahora o nunca. A Alex Txikon se le empiezan a acabar las opciones de hacer cumbre en el Everest sin oxígeno y en invierno, que se acaba el 21 de marzo. De este modo, después de observar que las previsiones meteorológicas de su experto de confianza, el portugués Vitor Bahía, que abren una ventana de mejoría climatológica hasta mañana, el lemoarra inició ayer el ataque a los 8.848 metros de la cumbre más grande del planeta.

El montañero vizcaíno se encuentra ante una prueba que se antoja realmente complicada por las rachas de viento instaladas en la montaña del Himalaya. Si bien ese aspecto fue el que tiró al equipo en su primer acercarmiento a una prueba de tamaño nivel en la primera semana de febrero, en la actualidad se torna una de las mayores amenazas para la prueba del bloque comandado por el lemoarra. Incluso en el Campo Base, las fuertes corrientes de aire se han tornado una amenaza para la aventura.

No obstante, las condiciones meteorológicas parecen haber amainado, según rezan los partes, lo que abre la última puerta a la cima al vizcaino, ya que se antoja este intento de cumbre como el asalto con mayúsculas a la montaña. La fecha marcada en el almanaque del vizcaíno.

Visto el mejor panorama en el horizonte, Txikon tomó ayer mismo la decisión de iniciar el ataque. Tienen que aprovechar la ventana que dura hasta mañana.

“Ha llegado la hora. Hoy -por ayer- es un día muy especial para nosotros. Es un día que recordaremos durante mucho tiempo”, manifestó ayer Txikon a su equipo de comunicación, quien reveló que “ya estamos en el C2 -6.500 metros-donde pasaremos la noche y saldremos a la madrugada”. “Con la fuerza que nos ha transmitido Reinhold Messner hemos salido hacia arriba con la mirada puesta en los temidos 8.848 metros que alcanza nuestro sueño”, concretó el lemoarra, quien desgranó que “en estas últimas semanas, la metereología no ha jugado a nuestro favor, pero tenemos una muy pequeña tregua hasta el miércoles, momento en el que intentaremos culminar la aventura”.

Además, Txikon tiene trazado el plan de cumbre: “Nuri, mi compañero nepalí, me acompañará hasta cima y German, Temba, Sanu y Pasang Nurbu serán nuestro apoyo. Hasta el momento, el viento no cesa y nos golpea duro, pero el mero hecho de tener la oportunidad de poder intentarlo nos empuja hacia adelante. Crucemos los dedos”. Antes de partir, la expedición contó con la visita del histórico Messner. - I. G. Vico