Vitoria - Sin medias tintas. Apuesta total. Todo a la bicicleta. Ese es el ambicioso punto de partida de Lourdes Oyarbide para la temporada ciclista que acaba de arrancar. La joven corredora de Egino (el próximo 8 de abril cumplirá 23 años) afronta un curso clave en el que tiene depositadas muchas esperanzas y que debe servir de examen a sus posibilidades dentro del mundo de las dos ruedas. Durante los últimos años ha compaginado su actividad deportiva en las filas del equipo Bizkaia-Durango con los estudios de ingeniería de diseño industrial pero, una vez finalizada con éxito su etapa en la universidad, ha optado por dedicarse al cien por cien al deporte. “Cuando tienes varias cosas en la cabeza al final no estás a tope en ninguna y es muy complicado. Por eso he decidido apostar a tope esta temporada por la bici y ver qué pasa pudiendo dedicarle todo el tiempo y esfuerzo necesario”, reflexiona.
De hecho, Oyarbide ya se ha estrenado en la competición pese a que apenas ha disfrutado de descanso durante el invierno. “Alargué la campaña pasada hasta noviembre para competir en Sudáfrica, descansé apenas diez días y el 1 de diciembre ya estaba entrenando otra vez así que ha sido una pretemporada un poco rara pero el sábado ya corrí la Omloop Het Nieuwsblad en Bélgica”, explica la alavesa. Una cita en la que no tuvo demasiada suerte ya que una avería mecánica en el momento clave de la carrera le hizo perder el contacto con el grupo y tener que abandonar. “Es una carrera con tramos de adoquín y asfalto muy malo y tuvimos problemas con las bicis cuatro del equipo. Es una pena porque empezaba con muchas ganas y yo creo que estaba más fuerte que nunca”, lamenta. No obstante, apenas concede un segundo a la queja y piensa ya en el futuro. “Era la primera prueba, así que no pasa nada tampoco”, apunta.
El calendario le ofrecerá en breve la revancha. Este fin de semana en una prueba menor en Madrid y entre el 8 y el 11 en la nueva Semana Valenciana, una de las escasas citas de carácter internacional. Y ese es uno de los problemas importantes con los que se encuentran las ciclistas locales. “En España no hay prácticamente carreras internacionales salvo la Durango-Durango y la Bira así que tenemos que salir obligatoriamente al extranjero si queremos competir con un mínimo de nivel. Este año nuestro equipo iremos más o menos una vez al mes a carreras de Bélgica y esa zona”, precisa.
Esos serán los escenarios que vayan poniendo a prueba la apuesta total de Oyarbide por el ciclismo. “A nivel deportivo mi primer gran objetivo es disfrutar las pruebas internacionales. Llegar bien preparada, poder estudiarlas y disfrutarlas intentando lograr los mejores resultados posibles. Ahí se verá si mi apuesta empieza a dar frutos”, reflexiona. La otra gran meta marcada en rojo en su calendario es el campeonato de España contrarreloj que se disputará en junio. “Pienso que tengo opciones de poder ganarlo y eso me abriría las puertas de otras cosas importantes como el Europeo o el Mundial, que estarían muy bien”, resalta. Competiciones que ya conoce y de las que guarda gran recuerdo porque en su segundo año como Sub’ 23 disputó el Mundial absoluto de contrarreloj y siendo junior se quedó a escasos segundos de lograr medalla en el Europeo y fue décima en el Mundial.
Poder volver a disfrutar de momentos similares sería, sin duda, una gran recompensa a su notable esfuerzo y, además, allanaría el camino para poder continuar alargando su carrera deportiva con dedicación exclusiva, algo que, por ahora, está en el aire. “Soy muy consciente de que vivir de la bicicleta va a ser muy complicado pero me merezco poder comprobar lo cerca o lejos que estoy de las mejores viviendo únicamente para el ciclismo. Ahora mismo estamos en el inicio de la temporada y faltan muchos meses por delante. Depende de lo que pase en ese tiempo será el momento de valorarlo todo, hacer balance y decidir si sigo por este camino o tengo que dejarlo. Pero lo que está claro es que a día de hoy la bici a mí me cuesta dinero. No se trata de que no me dé para vivir, sino de que pierdo dinero. Al final si mis resultados no me permiten cambiar eso...”, piensa en voz alta. De momento, Lourdes ya ha hecho su apuesta. Todo a la bicicleta. Solo necesita que la suerte no le dé la espalda.