Bilbao - La sorpresa saltó el pasado viernes en el frontón Bizkaia de Bilbao. Tanto Esteban Gaubeka como Pablo Fusto, dominador de las últimas cinco ediciones del campeonato del mundo Individual del Consejo, cayeron de modo irremisible en las semifinales ante Xabier Ibargarai e Ibai Pérez, respectivamente. La maldición del primer partido. Una mala tarde. Así se gestan las revoluciones. También en la mazmorra. Cuenta el zaguero de Erratzu que algo le hacía ver que Ibai podía ser capaz de superar al bonaerense. Se lo dijo en el vestuario a Gaubeka mientras se cambiaban para empezar las hostilidades. Un pálpito. Acertó. Además, desvela que “no he conocido a nadie que entrene más que él, es una pasada”. El otro factor del éxito del sestaoarra, calificado como “el mejor sacador del cuadro” por parte de su contrincante por un hueco en la historia. La final del viernes, a partir de las 19.30 horas, se antoja inédita y llena de incógnitas.
“No puedo decir que no me sorprendiera que ganara a Fusto, pero algo ya se me había pasado por la cabeza. Era el día”, define Ibargarai, cuyo bagaje profesional se le antoja también fruto del talento. Con 31 años y mecido entre el poder de los dos primeros espadas, eliminados en las semifinales, ha sido capaz de llegar a dos finales del Individual. El navarro tiene dos manos especiales y todo lo que toca va con chicha. Es un as. En las dos ocasiones anteriores (2014 y 2015) le frenó el muro argentino, pelotari que se le atraganta por la potencia de sus dos manos y la capacidad de jugar adelante. Ibai es distinto. “No sé qué tal se me dará. Es un palista torcido, que le da muchos efectos diferentes a la pelota. Sí que es cierto que me cuesta menos jugar contra pelotaris que empalan más recto. El resto de saque será fundamental”, revela el erratzuarra.
Si bien lo de Ibai fue algo inopinado, la derrota de Gaubeka a manos del navarro tuvo menos pedigrí por haberse repetido ya. “En los últimos seis años nos ha tocado jugar en contra y esta vez me ha salido bien. Él me comentó que estaba nervioso. Pase lo que pase, tanto Esteban como Fusto siguen siendo los más grandes y seguirán estando en este tipo de partidos. No creo que haya un cambio generacional”, confiesa el navarro, quien además afirma que, por entrar en su tercera final, no tiene un “plus de veteranía”. “Ibai lleva dos años y unos meses en Innpala y tiene el culo pelado de jugar encuentros de este calado”, desgrana Ibargarai. De hecho, se encontraron en la última contienda por un título, el de la Liga Kutxabank. Ibai fue el mejor de la cita y, junto a Gaubeka, ganaron a Necol-Ibargarai. Habrá dosis de morbo.
La figura del sestaoarra está tomando un crecimiento importante por la gran gesta de derrotar al seis veces campeón en la distancia y él considera que ha sido un buen golpe de moral. “Dejé a Pablo en cero, pero no he hecho nada aún. Me queda la final y vendré el viernes a ganarla”, certifica el guardaespaldas de Sestao. “Me siento moralmente mejor que nunca tras haber ganado al campeón. En la semifinal jugué muy a gusto. Yo vendré a lo mío al Bizkaia”, sostiene el vizcaino, quien considera que la clave debería estar en el “saque”. “Si le saco bien y le enredo adelante, puedo meterle en problemas”, analiza. No habrá problema con los nervios: “Soy muy tranquilo y vendré a por todas”. El que fuera exmanista profesional con Aspe, a sus 26 años, concreta que se encontrará a un adversario “pegador, que no saca mal y que pondrá el partido duro”. Tendrá que incomodarle. Actualmente, el impredecible Ibai se encuentra en su “mejor momento”. “Ya en la Liga Kutxabank me sentía muy bien y vine al Individual con la intención de hacer grandes cosas. Aquí estamos”, recita Pérez, quien hace hincapié que “físicamente estoy bien, quizás no mejor que nunca pero bien, y de juego veo que les cuesta mucho a los rivales meterme el tanto”. La defensa es su otro arsenal junto con una técnica infinita. Ayer se reunieron en el frontón Bizkaia los dos zagueros -desde 2007 no se encontraban dos guardaespaldas en un encuentro así- para la liturgia del material “sin pegas”.