Gasteiz - No pudo obtener ayer El Glorioso mejor contexto para encarar el histórico duelo copero del próximo miércoles ante el Celta, donde la escuadra alavesa se juega el pase a la que sería su primera final de la historia en el llamado torneo del KO. Y no pudo haber elegido una antesala mejor a dicho partido que lo vivido en El Molinón, donde el Alavés comenzó a ganar el decisivo partido ante los celtiñas. Con la prudencia que le precede, el diagnóstico lo compartió incluso Marcelo Pellegrino, que ensalzó de primeras el papel de los jugadores menos habituales en un partido muy complicado ante un rival como el Sporting que se estaba jugando la vida. Así y todo, el desenlace fue mucho mejor de lo esperado y el caudal de buenas sensaciones con el que el equipo regresó de tierras asturianas invita a pensar que la escuadra alavesa afronta la vuelta de semifinales con un plus de optimismo respecto al Celta.

la permanencia, a mano Energía de la buena porque el objetivo fundamental fijado para la presente temporada, la permanencia en Primera, está al alcance de la mano después de que el equipo lleve sumados hasta la fecha 27 puntos (12 como local y 15 como visitante) y, sobre todo, esté ya a 14 puntos del descenso (además del golaverage).

olfato de cara a gol El resultado de El Molinón también ayudó a recargar las baterías más ofensivas del plantel albiazul de cara al partido ante los celestes. Y es que los cuatro goles marcados al Sporting rompen con una racha negativa de dos encuentros consecutivos (ante el Atlético de Madrid en Mendizorrotza y contra Celta precisamente en la ida de las semifinales en Vigo) sin ver puerta. Además, la autoría de los mismos, especialmente los casos de Santos y Edgar, que ya es el actual Pichichi del equipo con seis dianas, ayudará a levantar su estima

sin lesionados ni sancionados Otra de las buenas noticias del día fue que la expedición albiazul regresó de Gijón sin ninguna baja en su parte de guerra, de modo que salvo alguna contingencia de última hora, Pellegrino podrá contar con todos sus jugadores ante el Celta. Otra cosa bien distinta es el capítulo sancionador como consecuencia de las tarjetas. En este sentido, hay dos jugadores que, de pasar a la final y ver ese mismo día una amarilla, se perderían el gran partido del 27 de mayo. Son Edgar y Katai.

un paso adelante La llamada segunda unidad babazorra respondió en el campo al palo que, unos días antes, les había metido Pellegrino tras su deplorable actuación ante el Alcorcón. Gran parte de esos jugadores menos habituales tomaron conciencia y ayer dieron un paso al frente para ganarse la confianza del entrenador. Notables fueron las actuaciones, por ejemplo, de Katai, Santos, Rubén Sobrino, que debutaba como titular, o Krsticic en el centro del campo.