Vitoria - 1 de mayo y 10 de diciembre. Entre esas fechas, casi siete meses y medio, dos grandes éxitos que han cambiado el signo del Lacturale Araski. De abandonar la LF 2 a jugar la Copa de la Reina de baloncesto. Es el intervalo histórico que nunca jamás olvidarán los responsables, jugadoras, técnicos y aficionados del club vitoriano. Hace casi ocho meses lograban el hito histórico del ascenso a la máxima categoría del baloncesto en Cáceres, algo con lo que nadie soñaba. En su tercera temporada en la segunda división del basket nacional, el bloque dirigido por Made Urieta se hizo un hueco entre los grandes.

Casi sin quererlo. Sobre una firme base de jugadoras de la casa su alegre juego hizo las delicias de quienes acudían a Mendizorroza, al tiempo que el casillero de victorias aumentaba semana a semana. Y sin el cartel de favorito se presentó en la fase de ascenso de la ciudad extremeña, donde dio la campanada. Lágrimas de alegría y hasta cierto punto incredulidad por lo conquistado. Una joven entidad llamaba a la puerta de los grandes. Recibimientos, premios y felicitaciones pusieron el broche de oro a una campaña de ensueño. Pero es que la cosa no quedó ahí. Sin presión alguna, y con los pies en el suelo, se establecieron el pasado verano nuevos objetivos para el curso de su estreno en la élite baloncestística.

Más que hablar de varios, habría que hacerlo solo de uno, el de la permanencia. Ya era suficiente con eso. Es lo que se pronunció desde todas las esferas de la entidad vitoriana. El reto se cifraba en ocho victorias y toda una temporada por delante para conseguirlo. Caras nuevas en el plantel y tiempo de aclimatación. Pero ni siquiera esto fue un motivo para no empezar la temporada sumando triunfos. Todo iba más rodado de lo esperado y Mendizorroza empezaba a convertirse en talismán. Nadie lograba imponerse al cuadro verde ante los suyos y en su tercer desplazamiento conseguía su primer éxito como visitante, en La Seu. Medio objetivo estaba conseguido con apenas un mes de campeonato disputado. Así que las sensaciones positivas iban en aumento y el discurso de verano iba virando hacia otros más ambiciosos.

El Lacturale Araski se convertía en el equipo revelación jornada a jornada y la palabra copa empezaba a escucharse con cierta frecuencia. Su imbatibilidad como local hacía el resto. De hecho, junto al todopoderoso Perfumerías Avenida, es el único conjunto de la categoría que ha sacado adelante hasta el momento todos sus encuentros de casa. Y claro, tenía que ser en Mendi donde certificara el pase copero, a la vez que sumar el octavo triunfo. La permanencia a la vez que jugar la Copa. Todo de una tacada.

un billete copero histórico Fue el pasado 10 de diciembre ante el Spar Gran Canaria. En su mejor primera parte del curso, las de Made Urieta avasallaron a su rival para cimentar otro triunfo que quedará grabado en los anales de su hemeroteca. Y es que se trata de la segunda vez en toda la historia de la liga en la que un recién ascendido obtiene el billete para jugar la Copa de la Reina. En mes y medio el equipo verde viajará a Girona en busca de otro sueño. Porque allí tampoco habrá objetivo. Lo que consiga será algo inesperado, vendrá por añadidura. Así cierra el Lacturale un año de ensueño, su año. Ese que nunca olvidará.