Miraflores97
Araberri 84
MIRAFLORES Brines (6), Soluade (7), Vega (11), Gibson (10), López (12) -quinteto inicial- Barrera (8), Steinarsson (5), Huskic (18), Martínez (12) y García (8).
ARABERRI Papantoniou (7), Hearst (26), Berhanemeskel (19), Cvetinovic (7), García (9) -quinteto inicial- Durchev (13), Alvarado (1), y Buesa (2).
Parciales 22-25, 31-21, 22-23 y 22-15.
Árbitros Vázquez y Areste.
Pabellón El Plantio.
vitoria - Las fuerzas acabaron por fallar en un Sáenz-Horeca Araberri que intentó pelear hasta el final por arrancar un triunfo de Burgos, pero acabó sucumbiendo ante la insistencia de los locales, que sentenciaron el encuentro en el último periodo.
La baja del pívot Kyle Rowley pesó demasiado en el planteamiento de Arturo Álvarez, que tuvo que abusar de su rotación exterior debido a la falta de efectivos interiores. Y la jugada casi salió bien. Los araberristas anotaron la notable cantidad de 15 triples con un 44% de acierto. Sin embargo, los burgaleses ganaron la lucha por el rebote, factor decisivo del encuentro, con 37 rechaces por 26 de los visitantes.
De nuevo, un sosegado inicio del equipo vitoriano comenzó dando esperanzas al Miraflores, que se adelantaron en los primeros minutos. Pero, al igual que fue previsible el buen inicio de los locales, también lo fue la reacción visitante. De la mano de Berhanemeskel y el acierto en los tiros libres, el Araberri dio la vuelta al marcador para irse por delante al final del primer cuarto por 22 a 25.
Fue en el segundo periodo cuando pareció que los visitantes podrían llevarse la victoria a casa y alargar la racha a cinco triunfos consecutivos. Partiendo desde el banquillo, Durchev dio la máxima ventaja a los suyos (30-37) con dos triples seguidos. Sin embargo, el Burgos, mediante los tiempos muertos, supo detener la sangría araberrista y revertir el partido con la principal arma rival: el triple. Hasta seis lanzamientos exteriores encestaron los locales en el segundo periodo, que le proporcionaron una ventaja de siete puntos llegado el descanso (53-46).
Lejos de tirar el partido, los de Arturo Álvarez salieron con energías renovadas del vestuario. Entonces apareció Hearst, inconsistente hasta ahora en el partido. 12 de sus 26 puntos llegaron en el tercer cuarto, haciendo de sostén para mantener al Sáenz-Horeca con opciones de llevarse el encuentro. Los visitantes llegaron a recortar la diferencia hasta situarse con solo tres puntos de desventaja, pero un nuevo tiempo muerto del Miraflores reconstruyó el juego de los burgaleses, que recuperaron la ventaja (75-69).
Parecía que en el comienzo del último cuarto un nuevo arreón de los araberristas podría dar la campanada en el Plantio, anotando dos canastas consecutivas en los primeros minutos. Pero se quedó en un querer y no poder. El esfuerzo físico de los visitantes acabó por resultar excesivo y la diferencia del Miraflores fue aumentando a medida que transcurrían los minutos, en un parcial de 15 a cero. Con el encuentro ya sentenciado, la escuadra vitoriana se dedicó a maquillar el resultado a base de lanzamientos exteriores. Pese a perder su racha, el Araberri podrá mantener invicto Mendizorroza el próximo martes frente al Cáceres.