Bilbao - El PGA Tour de 2016 ya es historia para Jon Rahm. Un año lleno de cambios en los que ha pasado de ser un aficionado prometedor a una realidad profesional. La pausa no va con el golfista de Barrika. La tarjeta para el circuito norteamericano era su primer reto y lo consiguió en pocos torneos. Lejos de ser un debutante más, desde el primer día demostró sus ganas de pelear por los títulos. La falta de regularidad en los momentos clave le dejó sin poder estrenarse, pero su juego no ha tardado en llamar la atención. Expertos de este deporte le valoran como un potencial número uno y sus compañeros de profesión alaban sus cualidades. Uno de ellos ha sido Rafa Cabrera. La renuncia de Sergio García dejó al canario como capitán de España de cara a la Copa del Mundo y el encargado de decidir quién sería su compañero en la competición. Cabrera no dudó y sin mirar el DNI apostó por Rahm. En la madrugada de hoy a mañana, en el Kingston Health Club de Melbourne (Australia), los dos golfistas iniciarán su andadura en el Mundial con el claro objetivo de ir a por el oro.
El vizcaíno no llega en su mejor momento a la Copa del Mundo. En los tres torneos de esta temporada ha conseguido pasar el corte, dos de ellos entre los quince primeros, y se encuentra en el puesto 47 de la FedEX Cup. Aunque Rahm se está acostumbrando a la excelencia y se hace raro verle tan atrás como sucedió en el OHL Classic at Mayakoba. En un certamen al que tiene gran cariño, ya que ahí se produjo su debut en el circuito norteamericano, comenzó en sus números habituales, pero el último día las cosas no salieron y se hundió hasta la 50ª posición. No solo eso, Rahm acabó con una tarjeta de 73 golpes, uno sobre el par, y puso fin a su espectacular racha de acabar en cero las vueltas de los trofeos que disputaba, que hasta el momento era la más longeva de todos los golfistas del PGA Tour.
De todas maneras, Rahm ha demostrado con creces que es capaz de recuperarse de los golpes en muy poco tiempo. La cabeza fría es una de sus mejores virtudes y su juego destaca por la ambición. En la Copa del Mundo el vizcaíno tiene una oportunidad de oro para volver a destacar y optar a una victoria que no parece tan lejana si se miran los pronósticos de las principales casas de apuestas, que ponen a Cabrera y al barrikoztarra como tercera opción de éxito más factible. Es algo habitual en Rahmbo. La primera victoria sigue sin llegar, pero la confianza puesta en él es clara y nadie le ve ya como ese debutante que algún día puede llegar a ser un grande. Rahm es un claro candidato y sus rivales lo saben.
“No creo que deba insistir mucho en la felicidad que tengo por jugar la Copa del Mundo. Estoy como un niño con zapatos nuevos. Formar equipo con Rafa y defender a España como profesional, en mi primer año, después de haberlo hecho en todos los campeonatos posibles como amateur es un orgullo muy grande”, explicó en su blog el golfista de Barrika. Estar en esta Copa del Mundo es, desde luego, un premio para Rahm después de haber deslumbrado en sus primeros pasos como profesional. Sin embargo, como es habitual en él, no tiene ni la más mínima intención de ir hasta Australia de paseo. El objetivo no es otro que la victoria y así lo hizo saber: “He sido campeón del mundo amateur, así que no estaría nada mal poder ser ahora campeón del mundo profesional junto a Rafa. Vamos a llegar los dos después de mucho viaje y muchos torneo, sobre todo él, pero lo daremos todo por acabar lo más arriba posible. Las ganas pueden con todo”.
La competición El primer y el tercer día, el torneo se disputará con las parejas alternándose los golpes. Asimismo, la segunda y cuarta jornada se jugará con el formato de cuatro bolas, en la que cada golfista juega con su propia bola y al final se tiene en cuenta el mejor resultado de cada hoyo. En la Copa del Mundo, las parejas que compiten son de lo mejor del campo profesional. Más de 300 victorias se reunirán en el campo de Melbourne, donde se tienen cita un total de 56 golfistas de 28 países diferentes y se repartirá en premios una cantidad aproximada de ocho millones de euros.
Estados Unidos ha sido históricamente el gran dominador de este certamen. En las vitrinas norteamericanas aparecen un total de 24 copas del mundo, muy alejadas de las cinco que tienen en su poder Australia y Sudáfrica. Aun así, los estadounidenses no son los favoritos para hacerse con la victoria esta vez. Ricky Fowler y Jimmy Walker son dos grandes golfistas, pero su falta de experiencia en un torneo como este puede pesar demasiado, más si se tiene en cuenta que como rivales tendrán a Jason Day y Adam Scott. Los australianos compiten en casa y son los vigentes campeones mundiales, lo que les proporciona cierta ventaja a la hora de establecer los pronósticos. Lo tienen todo para volver a triunfar aunque en el Mundial de golf puede pasar cualquier cosa y muchos golfistas aspiran a dar la sorpresa, entre ellos Jon Rahm, que no dudará en ir a por todas, como cada vez que coge entre sus manos un palo de golf, si ve que tiene la mínima opción de hacerse con el título.