GASTEIZ - Ni Oinatz Bengoetxea ni Jokin Altuna eran favoritos al triunfo en las semifinales del Cuatro y Medio de Primera. De hecho, el amezketarra, después de realizar una liguilla de cuartos de final con altibajos, partía con el menor rango de confianza por parte de la cátedra. Más aún al enfrentarse a la solidez de Aimar Olaizola. Pero rompieron los pronósticos, que están solo para mirarlos de reojo, y se metieron en la final del acotado, la más inesperada de los últimos años.
Para empezar, hay que remontarse a 2007 para contemplar un desenlace en la jaula sin la presencia de Aimar Olaizola, eliminado por Altuna III, o Juan Martínez de Irujo, que ni siquiera pudo participar al estar de baja por una dolencia cardíaca que continúa en estudio. En aquella ocasión, fueron Titín III, a la postre campeón, y Abel Barriola los que se fajaron en la decisiva cita por el título. El choque se encuadró también en el frontón Ogueta de Gasteiz. Desde entonces, únicamente Sébastien Gonzalez (2009) y Mikel Urrutikoetxea (2015) han roto la dinámica de triunfos de los dos gigantes. De hecho, a partir de 2002, donde Aimar ganó su primer título, solo Nagore (2003), Titín III (2007) y los nombrados Gonzalez y Urruti han podido coronarse en la distancia.
Oinatz Bengoetxea y Jokin Altuna estrenarán el 27 de noviembre su palmarés en el Cuatro y Medio, aunque con dos visiones totalmente opuestas. El leitzarra está a las puertas de llevarse la Triple Corona, al haber ganado ya el Manomanista de 2008 y el Parejas de 2015 junto a Álvaro Untoria. La jaula hasta ahora es una modalidad que se le resiste a pesar de su gran competitividad dentro de los cuadros alegres. Disputó la final de 2012 en el Ogueta ante Aimar y salió escaldado. Además, la cita tuvo que posponerse dos semanas más de las estipuladas por problemas en la espalda de Aimar y un proceso vírico de Oinatz. El goizuetarra se encontró con un plácido inicio de encuentro, en el que Bengoetxea VI acusó los nervios, y cosechó un 13-0 de salida en apenas un cuarto de hora que descabalgó el partido. Terminó 22-9.
Por su parte, Jokin Altuna entra en la primera final en la élite de su carrera deportiva con solo 20 años. El amezketarra es un ratón con alma de pillo que ya tiró por tierra a un gigante de la talla de Olaizola II. Todo apunta a que pueda ser un partidazo, por descaro y oficio, pero la presión mediática pesa mucho. El año pasado, en el único precedente en la modalidad, Bengoetxea le dejó en siete en otro duelo a vida o muerte. Esto es otra historia.