vitoria - Tiene mono de competición. Mucho. Ganas de sentir ese cosquilleo previo al bang de cada carrera y ganas, sobre todo, de competir. De romper a sudar pronto, de mirar de reojo a sus rivales en la salida para comprobar el estado de sus nervios y de volver a establecer una relación especial con el crono a lo largo del recorrido. Sea cual sea la tirada. De todo eso y de mucho más tiene ganas el mejor fondista vasco del momento, el vitoriano Iván Fernández, que este domingo correrá la mítica LII Behobia-San Sebastián como punto de partida para su nueva temporada en la élite. Será sobre el asfalto donostiarra, durísimo por momentos, donde Iván experimentará las primeras sensaciones reales de la temporada. Aunque son ya varias las semanas que lleva acumulando kilómetros, será en esta suerte de media maratón -el recorrido exacto son 20 kilómetros- donde comprobará su puesta en escena, la calidad de cada zancada y, sobre todo, el estado de su talón de aquiles, que tantos problemas le dio la pasada temporada y que pudo solventar gracias a la actuación del prestigioso estomatólogo alavés Eduardo Anitua.
En un marco incomparable como la cita guipuzcoana, considerada como la más popular de Europa -este año se espera la participación de 31.200 personas-, el atleta vitoriano tratará además de recuperar el trono vasco que en 1994, y por última vez, logró el malogrado Diego García cuando se llevó la gloria después de firmar un tiempo de 1h01:34 en un recorrido que nada tiene que ver con el actual. Desde entonces, el triunfo en la Behobia ha tenido siempre acento foráneo. Los ganadores de las últimas dos ediciones, sin ir más lejos, han sido el gallego Pedro Nimo, que el domingo volverá a tomar parte en la salida, y el catalán Carles Castillejo.
Por eso para cruzar el domingo en primer lugar la meta del Boulevard donostiarra, Iván Fernández cree que deberá firmar una marca que oscile, en condiciones normales, entre la 1h01 y la 1h02, un objetivo asumible a estas alturas de la temporada. Sin embargo, si el parte meteorológico previsto para el domingo se cumple -hay pronóstico de abundante lluvia y viento del oeste durante toda la carrera- es más que probable que la marca del ganador se vaya más allá de lo inicialmente fijado.
En cualquier caso, será el debut del corredor del Club Atletismo El Prado en la popular carrera. “La tenía en mente desde hacía tiempo pero unas veces debido a la coincidencia con más pruebas y otras a que cuando estás becado por la RFEA necesitas que la carrera esté dentro del calendario de la Federación Vasca, como ocurre este año, para poder tomar parte, nunca he podido correr aquí, así que las ganas que tengo son muchísimas. Sé que el perfil del recorrido es muy duro por momentos porque lo he visionado ya kilómetro a kilómetro, pero necesito competir ya y necesito volver a ganar. Para eso voy a Donosti”, reconocía ayer a este diario el fondista.
“el cross me da fuerza y fondo” A partir de la Behobia, el nuevo curso 2016/17 ya estará en marcha. Y con él, la ilusión renovada por seguir creciendo como profesional en los escenarios previstos para este año, que nuevamente van a pasar por un calendario que combinará el cross y el asfalto. Tampoco este año se ha replanteado Fernández dedicarse íntegramente a uno de los dos. “No veo porqué. Tanto mi entrenador (Martín Fiz) como yo creemos que se pueden compaginar ambos estilos perfectamente, así que no vamos a cambiar en principio esta temporada. El cross me da fuerza y fondo y me hace competir, que es la única forma de mejorar”, abunda el atleta, que de cara a las próximas semanas ya tiene cerrado el calendario de pruebas.
El barro de Soria, Aranda, Alcobendas y Yecla ayudará a ir modelando el estado de forma necesario para enfilar el año que viene el gran objetivo de la temporada, el Mundial de Maratón que se disputará en Londres en agosto. Como paso previo, anuncia el corredor del club El Prado, en primavera disputará otro maratón -el lugar y la fecha están por decidir-, mientras que en el frío invierno vasco tratará de colocarse por novena vez la txapela de campeón de Euskadi, una gesta que hace ya tiempo superó a colegas como el propio Fiz (logró cinco títulos) e Iván Sánchez (consiguió seis).