Maider entra en el ‘olimpo’ alavés

vitoria - Esfumado el pasaporte olímpico para Río de Janeiro por culpa de una inoportuna lesión, pidió la luchadora alavesa Maider Unda un tiempo de reflexión para meditar su futuro en el circuito internacional y mañana hablará. Lo hará en Vitoria, en la sede del Gobierno Vasco de Lakua, acompañada por los responsables de Basque Team y con una mensaje tan triste como meditado: lo deja. La que continúa siendo la única medallista olímpica española en la lucha, anunciará públicamente su adiós a la competición en la elite a los 38 años, después de más de media vida forjándose un nombre en una modalidad donde apenas hubo nunca referentes. Fue ella sola y su inquebrantable pasión por una disciplina tan ruda como bella la que permitió a Euskadi pasear su buen nombre por el mundo gracias al tesón de una mujer de Olaeta que siempre se tomó este deporte como un hobby. Porque su sustento real, lo que de verdad le daba para comer, era, y continúa siendo, la producción agraria y la quesería que regenta junto a su hermana y de la que salen cada día fantásticas unidades de Idiazabal. En los últimos tiempos, compatibilizar ambas tareas y superar psicológicamente el rosario de lesiones que ha padecido, comenzaban a resultar rivales demasiado difíciles de batir. Y si a ello se añade el nacimiento de su mayor tesoro, Iraide, la balanza comenzaba a decantarse en favor de su beneficio personal. Ella lo sabía y su entorno también. Solo faltaba la chispa para prender la mecha. Y ésta llegó en forma, otra vez más, de lesión, que le privó de acudir a Río. Frustrada por no poder volver a vivir unos de los mejores momentos de su carrera como fue el bronce de Londres en 2012, tomó la difícil decisión de dejar la lucha en lo más alto, sin querer arrastrarse, y seguir ligado a ella desde las esencias más bonitas, es decir, la formación. De todo ello hablará mañana en su despedida.