sevilla - El entrenador uruguayo Gustavo Poyet no está encontrando el rumbo ni, hasta el momento, dado con la tecla en forma de juego y resultados en su debut en la Liga española como entrenador del Real Betis, y ello se ha traducido en que la afición bética haya incrementado sus urgencias y reclamado su marcha.

El detonante del enfado de la afición bética fue la dolorosa derrota sufrida ayer en el Benito Villamarín ante el Espanyol por 0-1, el pobre juego desplegado por los verdiblancos y su incapacidad de remontar un resultado adverso, lo que se tradujo en la generalización del grito de “Poyet, vete ya” por parte de la grada.

El Betis venía de ganar sobre la bocina en Pamplona ante Osasuna con un gol de falta en el último minuto del chileno Felipe Gutiérrez, pero había acumulado suficientes interrogantes en su juego que ayer se tradujeron en una protesta mayoritaria de la afición al final del partido ante los de Quique Sánchez Flores.

El Real Betis puso este año en manos de Poyet un novedoso proyecto con doce caras nuevas para salir de la inestabilidad de temporadas anteriores y llevar al equipo a puestos europeos después de quedar la pasada temporada en décima posición con dos inquilinos en el banquillo de Heliópolis, José Mel y Juan Merino.- Efe