Bilbao - Jon Rahm comenzó su primera temporada con la tarjeta completa del PGA Tour con buen pie. El vizcaino se mantuvo regular en el Safeway Open y, aunque pronto quedó fuera de las opciones de victoria, logró acabar en la decimoquinta posición, firmando una actuación notable y confirmando que está llamado a codearse con los primeros puestos en las competiciones del circuito norteamericano. La victoria final fue para el estadounidense Brendan Steele, que puso fin a una sequía de cinco años sin ganar gracias a este título.

Rahm destacó en el Safeway Open por su ritmo constante, sin días espectaculares pero tampoco grandes hundimientos. Lo suyo fue ir sumando poco a poco y manteniéndose durante todo el torneo entre los veinte primeros. Con esa estrategia, el golfista de Barrika firmó una tarjeta de 12 golpes por debajo del par y sigue confirmando que ya ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad, al acabar por quinta vez entre los quince mejores clasificados en los últimos diez torneos.

El vizcaino solo necesitó dos hoyos para llamar la atención al conseguir el primer hoyo en uno de su carrera profesional. A partir de ahí, mantuvo el ritmo y siguió encadenando buenas jugadas. Su primer día, con 66 golpes, le hicieron candidato a la victoria, pero en los dos siguientes no pudo aguantar y se vio retrasado en la clasificación. Lejos de venirse abajo, Rahm sacó lo mejor de sí y demostró su fortaleza para volver por sus fueros en el momento decisivo. En un torneo lleno de retrasos por la lluvia, el de Barrika no se vio afectado por ello y acabó su participación con otros 67 golpes.

Olazabal pide paciencia Txema Olazabal, por su parte, no pudo superar el corte en el British Masters, que terminó con victoria del sueco Alex Noren. “Tengo que ir pasito a pasito y ya veremos. Tengo que ser paciente”, declaró el de Hondarribia. - J. V. de Lecea