Madrid - El sorteo de la fase de grupos de la Liga de Campeones se solventó con una ristra de equipos complicados, algunos de los más difíciles del torneo como el Manchester City de Guardiola o el Bayern Múnich de Ancelotti, que jugarán contra el Barcelona y el Atlético, respectivamente, en una tarde afortunada para el Real Madrid, que estará en un grupo fácil.
El equipo de Luis Enrique se verá las caras con el Manchester City, el Borussia Mönchengladbach y el Celtic Glasgow. Disputará seis partidos que dejarán diferentes imágenes, algunas con cierto morbo. Una de ellas, el regreso de Pep Guardiola con el City al Camp Nou. Será su segunda visita al que fue su equipo. Ya se sentó en el banquillo con el Bayern Múnich en las semifinales de la temporada 2014/15 y perdió 3-0. Al final fue eliminado pese a ganar la vuelta 3-2. Ese precedente invita al optimismo en el Camp Nou, que recibirá a un club renovado ideológicamente sin Pellegrini y con nuevos nombres como Nolito, Gundogan, Sané, Gabriel Jesús o Claudio Bravo. Este City probablemente no será el mismo que eliminó el Real Madrid el pasado curso en semifinales. Habrá que esperar su evolución con Guardiola, pero el Barcelona no se encontrará a un club deprimido con algunos jugadores en baja forma.
Aparte del City, el cuadro azulgrana tendrá delante a otro hueso duro de roer como el Monchengladbach, cuarto la pasada temporada en la Bundesliga y con nombres como el goleador brasileño Raffael (13 la pasada temporada), Álvaro Domínguez o el mediocentro campeón del mundo Christoph Kramer. Campeón de la UEFA en 1978 y 1979 y subcampeón de la Copa de Europa en 1977, también tiene pedigrí. El cuarto en discordia será el Celtic, que sufrió para alcanzar la fase de grupos ante el débil Hapoel Beer Sheva israelí. Aquel campeón de Europa de 1967 no es lo que era y el Barcelona, además, le tiene tomada la medida en los últimos años.
Para el Atlético de Madrid las cosas no fueron tampoco bien y Miguel Ángel Gil Marín, su consejero delegado, expresó gráficamente sus sentimientos cuando salió la bola del Bayern: se llevó la mano a la sien con forma de pistola y sonrío. El equipo de Carlo Ancelotti, que volverá a Madrid, será una dura piedra en el camino del Atlético hacia la siguiente fase. También jugará contra el PSV Eindhoven, que la temporada pasada casi acaba con los hombres de Simeone en una eliminatoria agónica en octavos que se resolvió en la tanda de penaltis. El club holandés mantiene la base del año pasado con De Jong, Locadia, Pereiro y Guardado. Sin duda, Simeone tendrá dos duros partidos entre manos. El Rostov, como el Celtic con el Barcelona, aliviará la dificultad del grupo para el Atlético. Los rusos, debutantes en la competición, acabaron con el Ajax en la fase previa y serán los convidados de piedra.
Desequilibrio Mientras, el Real Madrid solo tendrá un rival duro, el Dortmund, y no debería tener problemas para pasar a octavos con el Sporting Lisboa y el Legia Varsovia como comparsas. Los alemanes, con buenos refuerzos como Schurrle, Götze, Bartra, Dembele o el joven Emre Mor, aspiran a llegar lejos en la competición. Florentino Pérez quiere mucho más que el año pasado: “Zidane sabe que tenemos que ganar la Liga, la Champions y la Copa”, dijo después del sorteo. Con el Sporting en horas bajas a nivel continental y el Legia, que casi se queda fuera de la fase de grupos ante el desconocido Dundalk irlandés, debería estar en octavos.
El Sevilla también tiene opciones. Volverá a citarse con la Juventus, como el año pasado, y ese será su principal rival para pasar por primera vez en su historia de ronda. El Lyon, muy debilitado en los últimos años, y el Dinamo Zagreb, que sólo asusta con su apasionada afición, no tendrían que ser un obstáculo para un equipo que estrena proyecto con Sampaoli.
El resto de grupos serán igualados salvo el A y el G. En el primero, el París Saint Germain y el Arsenal deberían acabar con el Basilea y el Ludogorets, mientras que en el segundo Leicester y Oporto no deberían tener problemas con el Brujas y el Copenhague.