Río de Janeiro - El británico Mo Farah, cinco veces campeón mundial y europeo en pruebas de fondo, consumó en Río su segundo doblete olímpico consecutivo al ganar los 5.000 metros. El etíope Hagos Gebrhiwet llegó segundo y el estadounidense Bernard Lagat, de 41 años, consiguió la medalla de bronce. Solo un atleta, el finlandés Lasse Viren en Montreal’76, revalidó el mismo doblete del fondo a lo largo de la historia olímpica.
La insólita eliminación de los tres kenianos en primera ronda facilitaba, en teoría, el trabajo de Farah. Por vez primera en 36 años la primera potencia africana del fondo no estaba en la final de 5.000 metros. Acostumbrado a que los kenianos, en su afán por castigar sus piernas, le hicieran de liebre durante diez vueltas antes de tomar personalmente el timón en la penúltima ejecutarlos en un sprint de 500 metros, Farah no cambió de táctica. Ahora fueron los etíopes, Gebrhiwet y Gebremeskel, quienes tomaron el vagón delantero. En ese punto, antes de lo que acostumbra, Farah tomó personalmente el mando de la carrera, que cedió al ugandés Joshua Cheptegei al entrar en el último mil. La carrera llegó relativamente compacta a la última curva, y cuando parecía que sus rivales se le echaban encima, Farah metió la directa.
Látigo inmisericorde de los africanos, Farah, nacido en la capital de Somalia, ha logrado escapar a las sospechas de dopaje que se cernieron sobre su entrenador, el estadounidense Alberto Salazar, y sobre su amigo Jama Aden, detenido en Sabadell en junio pasado en una operación policial contra el dopaje.
Centrowitz se consagra en 1.500 El estadounidense Matthew Centrowitz, campeón mundial de 1.500 en pista cubierta este mismo año, se consagró en la final olímpica batiendo en el sprint a un grupo numeroso que se tragó al favorito, el keniano Asbel Kiprop, solo sexto. El argelino Taoufik Makhloufi se aferró al podio como segundo, seguido del neozelandés Nick Willis. - Efe