Londres - Los renovados Manchester United y Liverpool arrancaron ayer la Premier League con sendas victorias a domicilio frente al Bournemouth (1-3) y el Arsenal (3-4), respectivamente, y presentaron sus credenciales al título. Los diablos rojos, sin el sancionado Paul Pogba pero con Zlatan Ibrahimovic y Eric Bailly -fue nombrado mejor jugador del partido-, se llevaron tres puntos importantes del Vitality Stadium y se colocaron como los primeros líderes de la liga.
Mata, Rooney y el propio Zlatan fueron los autores de los goles de los visitantes, que en sus dos partidos oficiales desde la llegada José Mourinho han sumado dos triunfos -ayer en la Premier y la pasada semana en la Community Shield-. Apostó el técnico luso por un 4-2-3-1, con Bailly, una de las cuatro incorporaciones, en el eje de la zaga junto al holandés Daley Blind. Sorprendió Mou al formar de inicio con Mata, que jugó escorado al costado derecho, en lugar de otro de los sonados fichajes, el armenio Henrikh Mkhitaryan. Ibrahimovic, al igual que ocurrió en la Community Shield, volvió a ser la referencia arriba, flanqueado en la mediapunta por Rooney, Anthony Martial y el propio Mata.
En el segundo y último encuentro de la jornada dominical, el Liverpool de Jürgen Klopp asaltó el Emirates Stadium de Londres (3-4) y se llevó de vuelta a Anfield tres puntos que le permiten iniciar el curso de la mejor forma posible. Los gunners, segundos el pasado año, confían en dar un paso más este curso y pelear por el que sería su primer título de liga desde la campaña 2003/2004, pero esta derrota ha puesto de relieve todos los problemas que les faltan por solventar.
Los londinenses arrancaron sin un nueve puro, con el chileno Alexis Sánchez arriba y Theo Walcott, Aaron Ramsey y Alex Iwobi en la mediapunta, y con su fichaje estrella este verano, el suizo Granit Xhaka, esperando su oportunidad en el banquillo. Ante la ausencia de los lesionados Per Mertesacker, Laurent Koscielny y Gabriel, a Arsene Wenger le tocó improvisar una pareja de centrales en Callum Chambers, quien el año pasado sólo fue titular en dos ocasiones, y el joven Rob Holding, llegado procedente del Bolton Wanderers. Por su parte, en el Liverpool, Klopp apostó por un 4-3-3, con los rapidísimos Sadio Mané, Philippe Coutinho y Roberto Firmino arriba, y un centro del campo con Adam Lallana, Jordan Henderson y el fichaje Georginio Wijnaldum. Walcott, que había fallado un penalti, inauguró el marcador después del enésimo fallo en la marca de Alberto Moreno, pero Coutinho en dos ocasiones, Lallana y Sadio Mané completaron la remontada visitante.