España65

Brasil66

ESPAÑA: Ricky Rubio (3), Llull (11), Rudy Fernández (8), Mirotic (6) y Pau Gasol (13) -cinco inicial-: Sergio Rodríguez (10), Navarro (5), Claver (4), Reyes (5), Calderón y Abrines.

ÁRBITRO: Marcelinho Huertas (11), Leandrinho Barbosa (4), Marcus Vinicius ‘Marquinhos’ (10), Nené Hilario (6) y Augusto Lima (9) -cinco inicial-; Raulzinho Neto (3), Vitor Benite (4), Alex García (9), Guilherme Giovannoni (3), Rafael Hettsheimeir y Cristiano Felicio (7).

Parciales: 13-18, 31-34 (descanso); 45-53 y 65-66 (final).

Árbitro: Ilija Belosevic (Serbia), Roberto Vázquez (Puerto Rico) y Damir Javor (Eslovenia). Eliminado por cinco faltas Ricky Rubio al inicio del último cuarto.

Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo B de la primera fase de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, disputado en un Carioca Arena. Cerca del lleno.

río de janeiro - Las estrellas del deporte también son presa de los nervios. Son humanas. Es lo que le está sucediendo a Pau Gasol en estos Juegos Olímpicos. Por segundo partido consecutivo, España se jugó el partido en las últimas jugadas y la moneda volvió a salir cruz, esta vez a favor de Brasil, que se llevó la victoria por 65-66. El pívot catalán tuvo la oportunidad de dejar prácticamente cerrado el encuentro con dos tiros libres, sin embargo la pelota no quiso entrar en ninguno de los dos intentos. Al igual que sucedió contra Croacia, Gasol no pudo anotar en el momento clave y, en la siguiente jugada, Marquinhos se convirtió en el héroe nacional tras sorprender a la defensa española con un palmeo. Sergio Llull lo intentó a la desesperada, pero su tiro estuvo lejos de entrar y los anfitriones celebraron con entusiasmo una victoria que pone en serios aprietos a España. Fue un final triste para los intereses del combinado estatal, que nunca dio la sensación de superioridad que se le presuponía antes de iniciar el encuentro y pagó con el precio más caro sus errores durante los cuarenta minutos.

Los brasileños hicieron muy bien sus deberes y desde el primer minuto dejaron claras sus intenciones. La amenaza de España era Gasol y había que complicarle la vida, no dejarle anotar con facilidad mientras dieron más libertad a los exteriores rivales, sobre todo a Ricky Rubio. Ser defendido a metros de distancia se ha convertido en el día a día para el base de El Masnou. Su confianza en el tiro está por los suelos y sus adversarios no paran de explotar esta debilidad. Ayer, Ricky volvió a dudar a la hora de lanzar y cuando tiró su acierto fue nulo. Con el ataque del conjunto de Scariolo maniatado, Brasil empezó a abrir distancias gracias a los movimientos de sus jugadores sin balón. Los cortes de los anfitriones dejaron en evidencia algunas carencias defensivas de su rival y así pudieron sumar muchas canastas sencillas que les permitieron lograr las primeras distancias (8-16).

Los tiros libres dieron algo de aire a España y le permitieron incluso remontar el partido (28-27). Pero a diferencia del encuentro anterior ante Croacia, el conjunto de Scariolo no mostró ninguna sensación de superioridad. El paso por vestuarios sentó mejor a los anfitriones, que comenzaron a sentirse muy cómodos sobre el parqué y a correr con facilidad para marcharse hasta el 33-42 después de un contraataque ejecutado por Leandro Barbosa. Solo los destellos de calidad de Sergio Rodríguez, el arrojo de Llull y, una vez más, los tiros libres mantuvieron en el partido a España.

A falta de fluidez en la ofensiva, España tiró de talento y rabia para darle la vuelta al partido. Tres triples casi seguidos de Rudy, Llull y Rodríguez pusieron el encuentro en un pañuelo (57-58). Brasil trató de reaccionar y Marcelinho Huertas, con su tiro de toda la vida, puso el 59-64; pero dos tiros libres de Gasol y otro triple del escolta del Madrid, jugándoselo nada más llegar, pusieron el 64-63 en el electrónico. A partir de ahí comenzó el carrusel de tiros libres y Gasol falló en el momento clave. Marquinhos, facilitado por la pasividad de Mirotic al bloquear el rebote, puso el 65-66 en el marcador y el tiro a la desesperada de Llull no entró.

Esta derrota deja tocada a España, que deberá reaccionar ya si no quiere ser víctima de una sorprendente eliminación. Su siguiente reto, en la madrugada del viernes (00.00 h.) ante Nigeria, a priori el duelo más asequible y que servirá de preámbulo antes de medirse a Lituania y Argentina.