Bilbao - En cinco Torneos Bizkaia del Cinco y Medio, Abel Barriola ha alcanzado ya cinco finales. De las cuatro disputadas hasta la fecha, el leitzarra triunfó en tres y, además, con tres delanteros diferentes: Titín III (2012), Yves Xala (2014) y Juan Martínez de Irujo (2015). Hoy, a partir de las 19.00 horas, el veterano zaguero navarro será de la partida junto a Jokin Altuna, puntillero de nuevo cuño, con el que mezcla en la distancia a la perfección. Aun así, las loas siempre se dirigen hacia la capacidad del guardaespaldas de amoldarse a una jaula que le viene como anillo al dedo. “Es una modalidad que parece que está hecha para él”, certifica Aimar Olaizola, su contrincante hoy en el Bizkaia de Bilbao, que compartirá gerriko con Andoni Aretxabaleta, único representante vizcaino en la cita, nunca ganada por un pelotari del territorio. El markinarra revela que Abel es “el zaguero con el que he crecido” y apostilla que “el Cinco y Medio es un lugar en el que se siente cómodo, parece imposible de superar”.

Lo cierto es que, tras las flores, Barriola argumenta un estilo de juego en el que se le ve sin aristas, quizás por su pasado exitoso dentro del Cuatro y Medio. Las jaulas se le dan bien al de Leitza. Es el rey del Cinco y Medio. “Es una modalidad exigente. En Barakaldo tuvimos que trabajar mucho y en Etxebarri íbamos con la predisposición a un partido similar. No fue así. Generalmente, son encuentros en los que ganas por piernas”, señala Barriola, quien apostilla que “es una especialidad que se nos da muy bien a los dos”. Además, la mezcla con Altuna III les convierte en peligrosísimos. “Jugar con Jokin es un auténtico placer. Es pelotari de los pies a la cabeza. Es cien por cien pelotari. Sabe qué hacer en cada momento. Por ahora, se nos han dado bien las cosas, pero los rivales son complicados”, analiza Barriola, quien agrega que “disputar la final de un torneo de estas características, conforme pasan los años, es una alegría, pero ganar sería una satisfacción enorme”.

Asimismo, destaca Barriola el papel de Aimar Olaizola en la otra orilla. El delantero de Goizueta ha alcanzado cuatro de las cinco peleas por el título y amasa solamente un cetro (2013), pero su zurda es toda una declaración de intenciones en una especialidad en la que la arquitectura es esencial. “Aimar es Aimar y siempre es favorito. Juega con Aretxabaleta, un zaguero de mis características: tiene dos buenas manos, anda en la cancha y tiene buena vista”, concreta el guardaespaldas de Leitza. El manista, absoluto dominador de la especialidad, se puede coronar con su cuarto título hoy en el Bizkaia de Bilbao.