- El presidente ruso, Vladímir Putin, volvió ayer a la carga para rebatir la exclusión de los Juegos Olímpicos de los deportistas rusos que no estén implicados en casos de dopaje, advirtiendo que su ausencia desvirtuará la competición. “La situación se sale no sólo del marco legal, sino también del sentido común. Hay que decir con toda claridad que los politicastros cortos de miras no quieren dejar el deporte en paz. Es un intento de llevar al deporte la reglas que, lamentablemente, dominan en la política mundial”, denunció. Putin, que no acudirá a la ceremonia de inauguración de los Juegos, recibió ayer al equipo olímpico en una ceremonia oficial en el Kremlin para mostrarles su apoyo y pedirles que “demuestren a todo el mundo que (los rusos) sabemos ganar honestamente”.
Cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) cedió el pasado domingo a las federaciones la última palabra sobre la suerte de los deportistas rusos, muchos respiraron de alivio, pero la retahíla de exclusiones de los últimos días ha demostrado que aquello no fue más que una victoria pírrica. Putin denunció que muchos deportistas rusos han sido apartados sin que se presentaran “pruebas concretas de dopaje”, lo que consideró “un revés para todo el mundo del deporte y a los Juegos” al desacreditar los principios del olimpismo.
El equipo ha natación ha perdido a siete de sus miembros, tres de ellos mencionados por el informe Mclaren, motivo por el que el presidente de la federación rusa, el legendario Vladímir Sálnikov, demandó ayer su publicación.
En particular, Putin expresó su completo desacuerdo con el veto al equipo de atletismo y denunció una campaña dirigida contra los atletas rusos en la que se anuló la presunción de inocencia y se aplicó la responsabilidad colectiva: “No podemos estar de acuerdo con la infundada descalificación de nuestros atletas con historiales absolutamente limpios de dopaje. No podemos aceptarlo con lo que es, de hecho, una abierta discriminación. Con toda seguridad, la justicia imperará”, aseguró. Al mismo tiempo, adelantó que Rusia intentará que se haga justicia exclusivamente “en el terreno legal” y “en estricta consonancia con la Carta Olímpica”.
Putin no sólo se reunió con varias decenas de deportistas que competirán en Río, sino también con algunos que no viajarán, como la doble campeona olímpica de salto con pértiga, Yelena Isinbáyeva, considerada la principal ausencia en Río. Isinbáyeva, que esperaba terminar su carrera con sus quintas olimpiadas y, posiblemente, su tercer oro, ya que logró la mejor marca del año al aire libre (4,90), no pudo contener las lágrimas al dirigirse al equipo olímpico, que le dedicó una sonora ovación.
Por otra parte, Putin alabó al COI por resistir la “enorme presión” a la que se vio sometido para que excluyera a todo el equipo ruso y no “provocar un cisma en el seno del movimiento olímpico y ceder el derecho a las federaciones internacionales”. El campeón olímpico de voleibol, Serguéi Tetiujin, posible abanderado en Río, prometió que los deportistas que compitan en los Juegos lucharán “por el país, la bandera, el honor y su buen nombre”. De la lista original de 387 deportistas incluidos en el equipo olímpico ruso se han caído ya, además de los 67 atletas, 22 remeros, siete nadadores, cinco piragüistas y cuatro ciclistas.
Aunque no todo fueron críticas contra la exclusión de deportistas rusos, ya que el tenista Yevgueni Kafelnikov negó cualquier conspiración occidental, mientras el oligarca Alisher Usmánov recordó que en el deporte ruso ha habido “muchos positivos” y pidió a aquellos atletas que se doparon que pidan perdón públicamente.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) se negó ayer a reconsiderar la decisión de vetar al equipo de atletismo ruso en los Juegos de Río en respuesta a una carta del ministro de Deportes de Rusia, Vitali Mutkó: “La respuesta de Sebastian Coe, presidente de la IAAF, ha sido que agradece la carta, pero dice que en este caso no hay nada que hacer. Que la decisión adoptada en su momento por la IAAF no puede ser revisada”, dijo Mutkó a la prensa.
Coe, que se benefició del boicot de los Juegos Moscú 80 y Los Ángeles 84 para colgarse dos medallas de oro, valora en su respuesta que Rusia se haya tomado en serio el problema del dopaje y esté dispuesta a reformar este deporte. “Todas las cartas estaban en las manos de Coe”, admitió Mutkó.
En un desesperado intento de que la IAAF cambiara su decisión, Mutkó había remitido el pasado lunes una carta a Coe en la que le pedía que defendiera los derechos de los deportistas rusos limpios. - Efe