Bilbao - Decepcionante para el espectador pero favorable para los contendientes. Así fueron las tablas que Magnus Carlsen y Serguei Kariakin firmaron ayer en su segundo duelo de la Final de Maestros del Grand Slam de Bilbao. Era el último enfrentamiento directo entre ambos antes del cara a cara que tendrán en noviembre en Nueva York para jugarse el título mundial. Y ninguno quiso mostrar sus intenciones. De esta forma, con las cartas boca abajo y en apenas dos horas, el campeón noruego y el aspirante ruso pactaron un empate que se pudo augurar casi desde el momento de las aperturas. Era lo esperado, ambos avisaron antes de comenzar la competición de la capital vizcaina que no jugarían ninguna de las variantes trabajadas para la lucha por el trono del ajedrez, pero aún así, la segunda partida más importante del año dejó con hambre a los aficionados. Con ganas de más.

Fue Kariakin quien, a pesar de atacar con blancas, tendió primero la mano a Carlsen. No se veía seguro de poder contener a su rival. Y no quiso forzar otra derrota. “No sabía muy bien qué hacer, tenía alternativas pero ninguna me daba ventaja suficiente como para intentarlo”, argumentó el ruso tras la partida. El noruego, por su parte, se resistió a sellar las tablas en un primer momento, aunque finalmente la repetición de movimientos le condenó al empate: “He intentado resolver muchas variantes, pero he gastado mucho tiempo y al final no he visto ninguna jugada interesante así que lo razonable eran las tablas. Ha sido el reloj quien me ha penalizo”, concluyó. De esta forma, el campeón del mundo continúa en cabeza de la clasificación general de la Final de Maestros y podrá calarse la txapela de campeón ya esta tarde si ocurren dos cosas: si gana o empata ante el holandés Anish Giri y si el estadounidense Hiraku Nakamura, segundo, pierde frente a Kariakin.

Victoria de Giri Y es que gracias a las tablas ante la joven promesa china Yi Wei, Nakamura consiguió mantener, con piezas negras, la segunda posición de la clasificación ante un rival que llegaba con la moral alta y una gran capacidad ofensiva. Sin embargo, afortunadamente para el estadounidense ubicado en el segundo escalón del podio, la ventaja blanca nunca fue suficiente para ganar. Asimismo, en el otro encuentro de la tarde, el que más se alargó en el tiempo -hasta las cuatro horas-, el estadounidense Wesley So se llevó su primera victoria en esta competición en la capital vizcaina, con blancas, ante un Giri que sufrió desde la apertura. De esta forma, el ajedrecista holandés se coloca en la última posición de la tabla, sin saber todavía lo que es un triunfo en la presente edición de la Final de Maestros del Grand Slam de Bilbao. - N. Marcos