parís - España ya no manda en Europa. Después de conquistar con luz propia los títulos de 2008 y 2012, la Eurocopa de Francia ha confirmado la contundente caída de un gigante que ya fue enviado a la lona dos años atrás en el Mundial de Brasil. Entonces, tras caer con contundencia en 2013 en la final de la Copa Confederaciones frente a la canarinha, la selección de Vicente del Bosque dijo adiós al torneo en el que defendía su condición de campeón en la fase de grupos. La goleada sufrida contra Holanda (1-5) y la derrota cosechada ante una intensa Chile (0-2) condenaron a España a morder el polvo antes de la disputa de la tercera y última jornada previa a los octavos de final.

Fueron numerosos y prestigiosos los analistas que anunciaron el punto final de la etapa más exitosa del combinado estatal, ya sin la huella de Carles Puyol y con futbolistas como Xavi Hernández, Xabi Alonso y David Villa firmando en Brasil su último servicio para la causa española. Pero la fe, impulsada a buen seguro por una ilusión alejada del análisis racional que exigía la situación, animó a muchos a dar una vida extra a España, comandada de nuevo por Del Bosque y guiada por Andrés Iniesta sobre el césped.

La Eurocopa en curso, sin embargo, ha sumido en una irremediable depresión a España, maltratada el lunes por Italia en los octavos de final del torneo. La prensa internacional, sabedora del impacto deportivo y mediático de la derrota (0-2), tan relevante en la forma como en el fondo, no ha tenido reparos en ahondar en la herida española, proclamando a los cuatro vientos un “fin de ciclo” que ahora nadie se atreve a poner en duda. “España entrega su corona”, destacaba ayer el diario deportivo francés L’Équipe, convencido de que el “ciclo glorioso” de los jugadores de Del Bosque ha terminado y ha dado lugar a un estilo con carencias “especialmente en el sector defensivo”.

Por la misma línea discurre la opinión vertida en los medios de comunicación británicos. El periódico The Guardian señala que Italia mereció “destronar” a España, en el que califica como un encuentro “memorable”. Para The Times, la corona que ha adornado al fútbol español durante casi una década ha sido definitivamente despojada después del partido ante la selección italiana, hacia la que también se rinden en elogios en Portugal. “España, sin exorcista para la simplicidad de la escuadra azzurra”, tituló el diario Público, mientras que en Italia, país en el que brota la alegría por la incontestable victoria de su selección, el Corriere dello Sport salía en portada con “Tikitalia”, jugando con el nombre del típico juego español.

La Gazzetta dello Sport, por su parte, apostó por españolizar el verbo italiano “godere” (disfrutar), destacando que la selección de Antonio Conte fue “imparable” y que “descuartizó” a España, que ya ha abierto un periodo de reflexión marcado por la incertidumbre en todos los ámbitos.

el banquillo, en el aire La principal duda reside en la figura del nuevo seleccionador español, pues se da por hecha la marcha de Del Bosque, quien esperará a hablar con Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), para anunciar su futuro.

Aun así, la decisión de Villar en cuanto al nombramiento del nuevo técnico de España podría no conocerse antes del 20 de julio, fecha en la que debe anunciar si se presenta a las elecciones a la presidencia de la UEFA o vuelve a optar a la reelección en la FEF. La lista de aspirantes al banquillo español es amplia, con técnicos como Paco Jémez, Julen Lopetegi y Joaquín Caparrós a la cabeza.

Entre los preferidos por los aficionados españoles también figura Ernesto Valverde, cuyo desembarco en el combinado estatal se da por descartado al tener contrato en vigor en el Athletic. Lo cierto es que España, con uno u otro entrenador al mando de las operaciones, está obligada a reinventarse.