Nueva Jersey (EEUU) - La historia se repite. Argentina y Chile disputarán la próxima madrigada (02.00 horas del lunes) la final de la Copa América Centenario apenas un año después enfrentarse en la final de Chile, ganada por el anfitrión.
El Metlife Stadium de East Rutherford, cerca de Nueva York, será el escenario de un choque de titanes entre las dos selecciones que mejor fútbol han desplegado a lo largo del torneo.
Por un lado está Argentina, el principal aspirante, que llega a su tercera final en los últimos tres años con el imperativo de levantar un trofeo que ratifique la jerarquía de una generación dorada de futbolistas comandada por Lionel Messi, que todavía no ha ganado un título con su país, salvo en los JJOO de Pekín’2008.
Y por el otro aparece Chile, monarca actual del fútbol sudamericano, que después de obtener el primer título de su historia quiere dejar claro que se ha hecho un hueco en la elite mundial por méritos propios.
La selección argentina llega al último partido con una trayectoria inmaculada. Cinco triunfos en otros tantos duelos, dieciocho tantos a favor y sólo dos en contra. Además en la primera jornada de la fase de grupos ganaron a Chile por 2-1.
La Albiceleste cuenta entre sus filas con un Messi encendido y en estado de gracia, que ha mostrado buena parte de su repertorio con cinco goles y cinco asistencias, escoltado por el siempre oportuno Gonzalo Higuaín, autor de cuatro dianas.
Las lesiones han sido el único punto negro de los argentinos, con las bajas de Lavezzi, Gaitán y Di María. Chile llega a la final desprovisto de la presión que se autoimpuso el año pasado por ser el anfitrión.