El debut de España en la Eurocopa de Francia deparó una noticia de gran alcance con motivo del portero por el que apostó de inicio Vicente del Bosque. Iker Casillas, titular en el arranque de los últimos nueve grandes torneos con la Roja, se vio abocado a ver desde el banquillo el partido ante la República Checa. Su imagen, sentado junto al resto de suplentes en el día del estreno, un hecho insólito en los últimos catorce años, tuvo su razón de ser en la firme apuesta del seleccionador español por David de Gea.

El guardameta del Manchester United, tras haber sido víctima el pasado viernes de una grave acusación por supuestos abusos sexuales en el pasado, episodio que también afectó al rojiblanco Iker Muniain, ganó la partida a Iker Casillas.

El ahora portero del Oporto, pieza clave en los triunfos de España en el Mundial de 2010 y en las Eurocopas de 2008 y 2012, experimentó unas sensaciones irreconocibles para él desde que fuera tercer portero de España en la Eurocopa que albergaron Holanda y Bélgica en el año 2000. El siempre complicado cambio de ciclo bajo los palos, así pues, lo hizo efectivo Del Bosque en la tarde de ayer, en la que De Gea aprovechó sus recién estrenados galones para consumar su particular reivindicación.

Concentrado, pero sonriente en los minutos previos al envite, el arquero madrileño saltó al césped con la confianza por bandera. Poco o nada importó que el combinado checo solo le obligara a dejar su sello en una ocasión durante la primera mitad. Lo hizo Necid, con un potente disparo al borde del descanso que De Gea atrapó sin problemas. La gloria a título individual llamó a su puerta en la segunda parte, cuando el partido entró en el tiempo de prolongación. Para entonces, después de tres ocasiones aisladas de la República Checa y de una feliz intervención del madrileño para evitar el gol de Hubnik en el minuto 57, Piqué había adelantado a España con un cabezazo terminal.

El choque alcanzó el minuto 92 y De Gea, listo para actuar, pidió la palabra. Darida, con un poderoso disparo desde dentro del área, buscó el gol. A punto estuvieron de cantarlo los aficionados checos que se dieron cita en las gradas del Stade de Toulouse, pero una soberbia parada de De Gea dejó visto para sentencia el partido. Victoria, tres puntos y plena sensación de alivio para el nuevo portero titular de España.

Tras el encuentro, Del Bosque, poco dado a las alabanzas con carácter individual, despachó con un conciso “todo en orden” la pregunta relacionada con la salvadora actuación del guardameta del Manchester United. El seleccionador español, no obstante, aprovechó el momento para destacar la “estupenda” actitud mostrada por Casillas durante los noventa minutos.

“La colaboración de Iker ha sido fantástica en todo momento y desde el banquillo también puede ayudarnos muchísimo”, destacó Del Bosque, quien vio con orgullo cómo Casillas se convertía en el suplente más emocionado a la hora de celebrar el gol de Piqué, con quien se abrazó tras el pitido final de un partido en el que España dio forma al cambio de ciclo en su portería.