toulouse - La selección española arranca esta tarde (15.00 horas, Telecinco) su participación en la Eurocopa de Francia con el objetivo de sumar su tercer título continental consecutivo. La República Checa, primer rival del conjunto dirigido por Vicente del Bosque, pondrá a prueba la solidez de un renovado grupo de jugadores que se ha visto salpicado por la polémica extradeportiva que ha sacudido más directamente a David de Gea. “Lo sucedido ha servido para unirnos, porque siempre he presumido de la unión del equipo”, declaró ayer Sergio Ramos, capitán de la nave española.

El guardameta del Manchester United, salvo sorpresa de última hora, ganará su particular pulso a Iker Casillas en la lucha por la titularidad en la portería de España, según dejó entrever ayer el seleccionador salmantino en la rueda de prensa previa al envite de hoy en el Stade de Toulouse. “Si vemos que merman las capacidades del jugador (De Gea) tomaremos medidas. Si no, actuaremos como lo íbamos a hacer”, apuntó Del Bosque, que no quiso desvelar el once inicial por el que apostará en un estreno en el que asoman más interrogantes. El principal, tras la derrota sufrida ante el débil combinado de Georgia (0-1) en el último ensayo previo a la Eurocopa, radica en conocer el rendimiento que ofrecerá una selección que mordió el polvo con estrépito en el Mundial de Brasil.

Entonces, en el verano de 2014, España cayó eliminada en la fase de grupos, diciendo adiós de manera prematura al sueño de revalidar el título cosechado cuatro años antes en Sudáfrica. Sin jugadores como Xavi Hernández, Xabi Alonso o David Villa ya en la plantilla, Del Bosque ha dado forma a una transición generacional encaminada a dar un nuevo impulso al cuadro español, que inicia un nuevo asalto al trono europeo con el cartel de favorito adherido a la espalda. Para porfiar por el éxito, el 4-3-3 resultará inamovible de inicio. España, que no pierde un partido oficial desde el 9 de octubre de 2014, cuando cayó derrotada a manos de Eslovaquia en la fase de clasificación para esta Eurocopa, se apoyará en una línea defensiva formada por Juanfran, Piqué, Sergio Ramos y Jordi Alba, siendo Busquets el mediocentro que escolte a Iniesta y Fàbregas en la medular.

El trío ofensivo lo formarán Silva, Nolito y Morata, recuperado a tiempo de las molestias musculares que le impidieron vestirse de corto contra Georgia.

aduriz en la recámara Aduriz, al igual que San José, aguardará su momento en el banquillo. Será desde ahí, junto a Del Bosque, donde el goleador del Athletic afile sus garras a la espera de minutos. Enfrente estará una República Checa que arranca el torneo con la vista puesta en el pasado, cuando el combinado centroeuropeo alcanzó cotas elevadas de éxito con una generación de jugadores prácticamente extinguida.

Lejos quedan las semifinales de la Eurocopa que albergó Portugal en 2004, año en el que la generación de Pavel Nedved y Karel Poborsky fue eliminada por Grecia en el que figura como su último gran trabajo en una fase final. De aquella generación sobreviven tres futbolistas: el portero Petr Cech, Jaroslav Plasil y Thomas Rosicky. Los tres superan con amplitud la treintena y son un símbolo en la República Checa, que, sin embargo, no logra asentar un relevo que asegure el regreso de los buenos tiempos.

Los checos, no obstante, intentarán dar la sorpresa ante España en un partido marcado por la importancia que entraña empezar con buen pie un torneo en el que apenas existe margen de maniobra. Bien lo saben los integrantes de ambas selecciones, incluido Rosicky, quien se rindió ayer en elogios hacia el conjunto español. “Aunque España ha cambiado un poco, para mí son los favoritos para este torneo. Es un lujo ver a jugadores como Iniesta, Cesc o Silva, que cuando tienen la pelota es un placer verlos. Será difícil, pero daremos el máximo para impedir que nos venzan y por ponerles en dificultades”, manifestó en rueda de prensa el excentrocampista del Arsenal, que disputará su cuarta Eurocopa.

Será la segunda y última como seleccionador español de Del Bosque, quien admitió ayer que “siempre estoy nervioso, aunque no lo parezca”, ante el debut en una Eurocopa en la que su equipo tiene la “misma responsabilidad o más”, pese a haber ganado los dos últimos torneos continentales.