Maite Ruiz de Larramendi, campeona del mundo y una de las protagonistas del cortometraje Las pelotaris, formó pareja con Sergio Camarzana en la final de Segunda de paleta goma que se celebró ayer en el frontón López. Sin embargo no pudieron batir a la pareja formada por Xabier Zubialde y Genaro Lazcoz (30-23).

La palista navarra fue la única mujer que se atrevió a enfrentarse a “dos torres” en un partido al que acudieron varios aficionados, amigos y familiares de los cuatro jugadores.

La navarra empezó en la zaga, después pasó a la delantera y, para terminar, de nuevo volvió a la parte de atrás. Golpeo tras golpeo fueron remontando el partido hasta quedarse a tres tantos. Pero no les bastó y quedaron relegados a un segundo puesto en la final que se celebró ayer en el frontón López de Pamplona.

Durante todo el encuentro Ruiz de Larramendi y Camarzana fueron a remolque. “Me ha faltado confianza en mí misma, sobre todo al principio. Me he aturullado un poco porque ellos son dos torres que le pegan mucho. Tendría que haber confiado un poquito más en mí porque mi compañero ha jugado solo durante un rato. Parecía que yo había desaparecido. Tener más confianza en mí misma y defenderme como suelo hacer en otros partidos es lo que no he conseguido”, comentó tras la final.

Maite es una de las pocas mujeres que ha conseguido llegar a lo más alto en un mundo aparentemente solo para hombres. “Yo estoy encantada. Casi soy la única mujer”, apuntó con una sonrisa de oreja a oreja al tiempo que añadió: “Me han tratado muy bien y jugar con Sergio es una gozada. Aquí se junta mucha gente que sabe de pelota y que tras los partidos te feliciten y te digan lo bien que lo has hecho es de agradecer”.

Empezó jugando a pelota mano con ochos años, sin embargo se vio obligada a dejarlo a los 14 porque “decían que pelota mano no era para mujeres. En ese momento no había un grupo de mujeres que me permitiera continuar y me decían que con los chicos no iba a poder jugar”. A los 18 “me llamaron para jugar a pala” y hoy, a sus 42 años, sigue disputando partidos y campeonatos de paleta goma.

Cada vez hay más mujeres que se animan y que piden paso. “Hoy en día hay más mujeres que juegan a mano. Se ha ido avanzando y se va haciendo un poco más de grupo”. Hay muchas pelotaris que son buenas y que se están haciendo un hueco en este “mundillo”.

Sin embargo, cuando Maite empezó las cosas no estaban como ahora. “Me ha costado, me ha tocado pelearme con lo que he podido. Pero hay mucha gente que me ha dejado y me ha dado oportunidades de jugar”.

sin miedos “Siempre digo lo mismo: Si quieres puedes. Con 42 años, ¿quién me iba a decir a mí que iba a estar jugando hoy con estas dos torres? Espero que ninguna mujer tenga miedo y que si de verdad le gusta que no haga caso a lo que le digan”, animó a las chicas que están empezando. “Ahora lo tienen más fácil porque cada vez hay más mujeres. Las cosas han cambiado mucho y si sabes jugar te hacen un hueco sin ningún problema”.

“Me dicen que estoy chalada. Estar trabajando y luego venir a jugar... Ellos también están trabajando, pero físicamente la fuerza de hombres y mujeres no es igual. Al final te defiendes pero con otras habilidades”.