vitoria - Aurrera, Alavés B, Amurrio y Mirandés. Esos cuatro han sido los equipos que Cándido Arroyo ha dirigido en Segunda B desde finales del pasado siglo hasta bien entrado el actual. Después, el técnico vitoriano dejó los campos de fútbol y ahora vuelve para dirigir al cuadro de Olaranbe en Preferente y tratar de ponerlo donde entiende que debe de estar, “al menos siendo un equipo puntero de Tercera”, apunta.

¿Cómo le da por volver a entrenar después de tantos años fuera?

-Llevaba con el Aurrera hablando seis o siete meses de diferentes cosas que se podían hacer. Por razones personales tuve que dejar el fútbol en un momento determinado y luego durante dos temporadas he estado recopilando material y sobre todo viendo diferentes trabajos, sobre todo enfocado a metodología. Era una cuestión de amistad y hace diez días me ofrecieron el equipo de categoría Preferente además de colaborar con lo que hace tiempo habíamos hablado. En mi trabajo empiezo a tener más horas libres y he decidido engancharme de nuevo.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces. ¿Qué ha cambiado más, el Aurrera o el fútbol?

-Sin lugar a dudas el Aurrera. La sociedad en sí y los chavales también han cambiado. En cualquier caso, de aquel club a éste hay cosas distintas. Aquel era un referente en Segunda B y no sé si ahora seremos un referente en Preferente. Los chicos ahora tienen más opciones para elegir otros deportes cuando antes la mayoría elegían el fútbol.

En ese sentido, ¿el sitio natural de este Aurrera que ahora coge es la Tercera División?

-Creo que tiene que ser un equipo puntero en esa categoría. Uno de los errores del club fue aspirar a más de lo que debía. El play off a Segunda A nos sentó muy mal porque cambiamos nuestra filosofía. De tener jugadores de la casa pasamos a traer a gente de fuera y así nos fue. Ahora estamos sufriendo las consecuencias de la deuda. El valor humano del Aurrera debe ser su cantera, jugadores que salgan de nuestro propio trabajo.

Además de dirigir al primer equipo va a responsabilizarse de parte del trabajo con la cantera...

-Voy a ser la mano derecha de Raúl Del Pozo y colaborar con él para intentar implantar una metodología y poner unas bases en las que se involucren todos los entrenadores del club.

¿Ha cambiado su idea de fútbol durante estos años?

-Algo sí, tanto como han variado los sistemas de entrenamiento. Antes nuestros parámetros eran la resistencia aeróbica, no había velocidad en pretemporada y ahora desde el primer día el balón es protagonista. Ahora no ves a casi ningún equipo dar vueltas a un campo todos los días de pretemporada.

Algo que agradecen los jugadores...

-Ciertamente. En edades infantiles, alevines o cadetes cuanto más balón metas, mejor. Hay que cuantificar la carga física, la táctica y la técnica. Debes de saber el ejercicio que has hecho, pero el niño debe divertirse.

¿Qué plantilla tiene pensado confeccionar?

-Quiero apoyarme en una serie de veteranos que me gustaría que siguieran no sólo como jugadores, sino también como entrenadores. El niño debe reflejarse en el de arriba y obligar a su padre a ver a su entrenador. Debemos ser una familia y que haya un nexo de unión que se ha perdido en los últimos años. Las veces que he ido últimamente he visto muy poquita gente. Me gustaría recuperar eso y que cuatro o cinco jugadores cumplan ese requisito y los demás gente joven.

O sea, que va a darse una profunda renovación.

-Esta temporada han estado 22 jugadores y pueden quedarse cuatro o cinco más los juveniles que han terminado jugando los últimos encuentros. El resto serán fichajes. Esos juveniles tienen además un bagaje muy importante como es disputar la División de Honor.

La etiqueta de equipo favorito la van a tener desde el primer día, ¿se lo imagina, no?

-Lo sabemos, pero no va a ser lo prioritario. En la filosofía que queremos implantar es hacer unos cimientos. El equipo de Segunda B que tuve a finales de los 90 era entero de la sub’19 y llegaron a disputar el play off de ascenso a Segunda. Además, muchos de ellos han jugado en el fútbol profesional. Y eso es lo que queremos ahora instaurar, teniendo claro que tenemos un convenio con el Alavés y que se puede llevar jugadores. Por lo que he visto estos dos años el fútbol alavés está devaluado. Mucha gente dice que Álava sólo puede tener un equipo en Tercera y no estoy de acuerdo. En su día hubo tres alaveses en Segunda B y una temporada en la que bajaron los cuatro equipos vascos de Segunda B y ninguno era alavés. Se ha perdido todo eso. Hay varias ideas que transmitiremos a la Federación porque hay una serie de categorías que hay que hacerlas más atractivas de lo que actualmente son.

¿Cuándo empezará el trabajo de pretemporada?

-Todavía no está cerrado. Acabo de aterrizar y estoy en la fase de cerrar los fichajes, porque fijos a día de hoy tenemos ocho jugadores. Raúl está completando otras plantillas, aunque calculo que arrancaremos sobre el 10 de agosto.