lodosa - El festival de pelota Nafarroa Oinez se celebró ayer por la tarde en el frontón San Francisco Javier de Lodosa y sirvió para que los expelotaris más destacados de Tierra Estella recibieran un merecido homenaje por su trayectoria. Bajo la atenta mirada de más de 300 personas, los responsables de las ikastolas Erentzun (Viana) e Ibaialde (Lodosa), entregaron los galardones y destacaron la tradición pelotazale de la zona.

En este caso, de Abárzuza se homenajeó a Iñigo Pascual, Jesús Pascual ‘Gayarre’, y Roberto Goicoetxea, campeón del mundo en su día, mientras que de Arizala se reconoció a Jorge Yániz, también campeón del mundo, y Javier Yániz, campeón de España. De Arróniz destacaron a Jesús Ábrego, campeón de remonte, y de Bakedano a Alfredo Balerdi, campeón olímpico.

De Eulate se homenajeó a Alfonso Martínez, Emiliano Pérez de Eulate, Pedro García, Patxi Ruiz de Larramendi y Maite Ruiz de Larramendi, campeona del mundo de paleta de goma en categoría aficionados.

Desde Legaria llegó Susana Muneta, campeona del mundo de paleta Goma, y desde Lerín se reconoció al campeón de España Javier Otermin. También recibieron su galardón los vecinos de Lizarra Patxi Ruiz, campeón manomanista, Pablo Urrizelki, Andueza, Auxkin Pérez y José Luis Ayensa ‘Chichan’.

Los que más aplausos recibieron, ya que jugaban en casa, fueron los pelotaris lodosanos, sobre todo José Esparza, campeón del mundo. También fueron reconocidos José Esparza (hijo), Ángel Esparza, Agustín Esparza, Gregorio Esparza, Antonio Resano, Antonio Sota, Pedro Eraúl, Txelís, Francisco Salvatierra, Baturro, Fermín de Luis, José Antonio Baigorri y Patxo Urra. Por último, de Oteiza resaltaron a Peio Martínez de Eulate; Gonzalo Morán, de San Martín; Felipe Mangado, Luis Sola, Víctor Espinosa y Ricardo Calvo, de Sartaguda; Pirin I, Pirin II, Alonso y Pipaón, de Viana; y Juan Luis Andueza y José Ángel Andueza, de Zudaire.

Además, el alcalde del municipio ribero, Pablo Azcona, le entregó una placa a José Esparza, lodosano que consiguió el título de campeón del mundo en el año 1952. A sus 88 años y con el frontón entregado, este vecino se mostraba “muy orgulloso” con el galardón y muy satisfecho con el relevo generacional que hay en este deporte.- María San Gil