PARIS - Garbiñe Muguruza está a las puertas de otra final de Grand Slam y muy cerca de alcanzar el número 2 del mundo. Las semifinales alcanzadas tras derrotar ayer a Shelby Rogers son su mejor resultado en el torneo parisino y el segundo mejor tras la final de Wimbledon del año pasado. Mañana se medirá a Samantha Stosur, la australiana de 32 años que fue finalista en París en 2010, campeona del Abierto de Estados Unidos en 2011 y ganó a Muguruza la única vez que se han enfrentado, en Madrid en 2014.
Un hueso duro para la jugadora vasco-venezolana en este Roland Garros caótico y húmedo, en el que Muguruza ha podido sacar su mejor tenis. “No puedes hacer nada por cambiar las condiciones, así que no te queda otra que adaptarte y dar el máximo en la pista”, explicó tras superar a la estadounidense, 103 del mundo, que arrancó el partido rompiendo el servicio de la pupila de Sam Sumyk e imponiendo sus tiros planos. Garbiñe Muguruza, nerviosa ante la presión de ser favorita, fallaba en el resto y eso le impidió aprovechar el bajo porcentaje de primer saque de Rogers, que dispuso de una pelota de set en el noveno juego con saque a favor.
Ahí apareció la diferencia de ranking entre una y otra jugadora. Muguruza logró ajustar sus golpes, supo mover a la de Charleston y los juegos empezaron a caer de su lado. Siete consecutivos le llevaron al 7-5 del primer set y al 3-0 en el segundo. Ahí llegó un bajón de tensión y Shelby Rogers igualó a tres juegos. Fue su canto del cisne porque la vasco-venezolana se recompuso enseguida. Aseguró su saque para recobrar la tranquilidad y volver a romper el de su rival en blanco. Con una derecha profunda, certificó su mejor resultado en Roland Garros con solo un set cedido en cinco encuentros y cerró el paso a Shelby Rogers, que había eliminado antes a tres cabezas de serie.
wawrinka-murray Por el otro lado del cuadro, hoy se disputarán los otros dos choques de cuartos de final. Serena Williams empleó apenas una hora en eliminar a Elina Svitolina jugará ante la kazaja Yulia Putintseva, que eliminó a Carla Suárez. Por otra parte, la holandesa Kike Bertens, otra de las revelaciones de este Roland Garros, se medirá a Timea Bacsinszky, que dejó fuera a Venus Williams.
En el cuadro masculino, ya hay una semifinal decidida. Se enfrentarán el vigente campeón Stan Wawrinka, y Andy Murray en un duelo entre dos jugadores que han ido de menos a más en el torneo. El suizo acabó con el excelente torneo de Albert Ramos y el escocés cerró el paso a Richard Gasquet, el único francés que aún resistía en el torneo.
Cayeron ayer todos los españoles en liza. Marcel Granollers cedió ante Dominik Thiem, que se medirá hoy a David Goffin, lo que asegura un semifinalista inédito en Grand Slam. Novak Djokovic tuvo que pelear a fondo para apear a Roberto Bautista, que estuvo cerca de forzar el quinto set. El número 1 del mundo jugará contra Tomas Berdych, que dejó fuera en tres sets a David Ferrer. El alicantino, como ya habían hecho antes Agnieszka Radwanska o Simona Halep, se quejó amargamente de la organización. “El torneo solo ha pensado en el dinero y no ha cuidado de los jugadores. El martes, solo fueron a que se jugaran el mínimo exigido de dos horas, para no tener que devolver las entradas, y a partir de ahí ya les dio todo igual. A mi me parece una estafa”, protestó Ferrer, que también dijo que le parece “increíble que un torneo histórico como este no tenga al menos dos pistas cubiertas”.