barcelona - El juicio por fraude fiscal al futbolista argentino Lionel Messi y a su padre, Jorge Horacio Messi, empezó en la Audiencia de Barcelona con la ausencia de ambos acusados, que declararán mañana.
El jugador del Barcelona lo hará “muy dolorido”, según aseguró su abogado, Enrique Bacigalupo, que recordó la contusión lumbar e intercostal que sufrió su representado en el amistoso Argentina-Honduras del pasado fin de semana.
Pese a la lesión, de la que Messi se recupera con la albiceleste en la concentración previa a la disputa de la Copa América, Bacigalupo confirmó que el futbolista volará en las próximas horas hacia la capital catalana para presentarse al juicio, tal y como está previsto.
La Abogacía del Estado pide para Lionel Messi y su padre 22 meses de prisión por, supuestamente, haber defraudado 4,1 millones de euros de los beneficios recaudados con los derechos de imagen del futbolista entre 2007 y 2009. Por el contrario, la Fiscalía solicita que se archive la causa para el astro argentino y se condene a Jorge Horacio Messi a 18 meses de prisión por tres delitos de fraude fiscal, porque en su opinión el jugador no tuvo conocimiento del fraude perpetrado por su padre.
Durante la vista oral, la defensa del futbolista se quejó del excesivo celo mostrado por la Agencia Tributaria con su representado, recordando que este recibió “21 visitas de inspectores en dos años”.
Además, alegó que se había vulnerado el derecho de Messi a no declarar contra sí mismo durante la inspección fiscal, una cuestión previa al proceso que fue desestimada ayer por el magistrado.
Bacigalupo adelantó a su llegada a la Audiencia de Barcelona que jugará “al contragolpe”, durante el juicio y que su desempeño dependerá “de lo que ataque la acusación”.
En cualquier caso, aseguró que Messi “está tranquilo” y recordó que es “imposible” que el futbolista acabe en prisión, ya que se enfrenta a una pena menor a dos años y que no tiene antecedentes penales.
Ni Leo Messi ni su padre están obligados a sentarse en el banquillo más que en la última sesión, en la que está previsto su interrogatorio, precisamente porque la pena que afrontan es menor a dos años de prisión.
La sala permitirá también a los acusados declarar después de que lo hagan los testigos y se expongan las pruebas periciales, un cambio en el orden habitual de las vistas orales que permite a los procesados ser interrogados tras conocer las pruebas en su contra, con más garantías.
Para esta primera jornada estaban citados cuatro testigos, pero ninguno de ellos se presentó a la vista, que apenas duró una hora y que se reanudará hoy con nuevas pruebas testificales y periciales.
Celia Cuccittini, madre y esposa de los acusados, no fue a declarar. - Efe