palma - El millonario Mallorca, club en el que meses atrás desembarcaron los dueños del Suns Phoenix de la NBA para convertirlo en el más poderoso de la categoría, espera un milagro en la última jornada en el campo del Valladolid para no descender a Segunda B.
El magnate estadounidense Robert Sarver y sus socios, que en enero invirtieron 20,6 millones de euros en la ampliación de capital del club, observa con preocupación que su esfuerzo económico no se ve recompensado en los resultados deportivos.
Tras una veintena de fichajes y tres entrenadores que se han turnado en el banquillo -Chapi Ferrer, José Gálvez y Fernando Vázquez- el errático rumbo de los mallorquinistas sigue inalterable desde su descenso, después de 13 temporadas en Primera.
Desde que perdiera la máxima categoría, el Mallorca no ha permanecido ni una sola jornada en la fase de promoción y siempre ha estado al borde del abismo, como ahora, donde no depende de sí mismo. Con 46 puntos, necesita ganar al Valladolid y que tropiecen sus rivales directos en la lucha por evitar el descenso, el Almería y la Ponferradina, ambos con 47 puntos.
La última derrota en el Iberostar Estadi frente al Córdoba (0-1) ha dejado al equipo y la institución en estado de shock. Las estadísticas para afrontar la última jornada no acompañana un Mallorca que solo ha sido capaz de ganar en dos ocasiones, ante la Ponefarradina y el Huesca. Es decir, que en 20 partidos disputados lejos de la isla, el Mallorca solo ha sumado 11 de los 60 puntos en juego, con 5 empates y 13 derrotas. Vázquez insistió que su equipo se salvará si gana en Valladolid, ya que tanto el Almería como la Ponferradina, que juegan ante el Córdoba y el Girona, respectivamente, tienen rivales “muy difíciles”. - Efe