MADRID. El balear, nueve veces campeón sobre la tierra batida de París, llegaba en un buen momento de forma para buscar su décima corona y en las primeras ronda había arrollado tanto al australiano Sam Groth (6-1, 6-1, 6-1) como al argentino Facundo Bagnis (6-3, 6-0, 6-3).
Después de esa última victoria, la 200 de su carrera en torneos de 'Grand Slam', Nadal no dejó entrever ninguna molestia física, pero este viernes convocó a la prensa para anuncia su abandono y explicar los motivos.
"Me tengo que retirar del torneo por un problema en la muñeca que tengo desde hace un par de semana. Ayer jugué infiltrado y por la noche empecé a sentir más y más dolor. Sé que no puedo acabar el torneo. La vida es así. Espero volver durante muchos años más a Roland Garros", anunció. "Es una de las ruedas de prensa más duras de mi carrera", añadió.
De esta forma, Nadal se despidió sin pisar la tierra batida, algo que nunca había le había ocurrido en sus once anteriores participaciones en "el torneo más importante" de su carrera, como él mismo lo definió la semana pasada. Por primera vez desde que es profesional, pasará dos años consecutivos sin ganar el 'grande' francés, ya que en 2015 cayó en cuartos de final.
El cuarto cabeza de serie llegaba en un buen momento a París, después de una temporada de tierra batida en la que se había proclamado campeón del Masters 1.000 de Montecarlo y del Conde de Godó, además del alcanzar las semifinales en Madrid y los cuartos en Roma. Su baja puede allanar el camino de Novak Djokovic, su teórico rival en semifinales y que busca el único 'Grand Slam' que falta en su palmarés.