MADRID. "Muchas veces la cabeza te pide más y más, pero el cuerpo dice basta. Quien me conoce sabe que nunca me rindo. Estamos en la pelea, estamos rozándolo (el podio). Habrá batalla hasta el final, eso seguro", manifestó Alejandro Valverde en declaraciones al servicio de prensa del Movistar en la tercera jornada de descanso del Giro.

Valverde se ha visto reforzado por la cronoescalada que hizo en Alpe di Siusi y que le sirvió para recuperarse del traspié en la 'etapa reina' de la víspera. "Ayer hice una crono bastante buena. Lo que estaba demostrando en este Giro, que mis sensaciones son buenas, que me encontraba bien", aseguró.

En cambio, en la etapa del sábado dijo que acusó, sobre todo, "estar tanto tiempo" expuesto a la altura. "No estoy acostumbrado. Llegó un momento en que no era cansancio. Era malestar. Mareos. El equipo está con ganas de dar batalla y todo lo que tenemos. Puedo acercarme más al podio, que estamos muy cerca", señaló.

Respecto a lo que queda, subrayó el peligro de la jornada de este martes, con final en Andalo, una "etapa corta", pero que llega después del día de decanso y tras tres etapas anteriores "muy exigentes". "Son dos puertos que pone de 'segunda', pero que para mi son de 'primera'. Va a ser una etapa durísima", pronosticó.

Asimismo, calificó como "barbaridad" los 4 kilómetros de la subida a Pramartino, casi al 11 por ciento, que, según él, puede "marcar mucho" en la etapa del jueves. "No va a haber grandes diferencias, pero te puede caer 30, 40 segundos e incluso, un minuto. ¿El viernes? Astana está con mucha rabia y nosotros, también. Si hay fuerzas podemos dar mucha batalla, no solo esperar al último puerto", advirtió.

Aseguró que el Movistar está "motivado al cien por cien" y destacó que "estuvo muy bien" el sábado, todos trabajando "en su justa medida". "Luego los líderes fallamos un poco. Sigo estando muy cerca del podio, no nos podemos dar por vencidos", dijo.

Confesó que el Gazprom es el equipo "más fuerte", que el italiano Vincenzo Nibali es el que "más coraje" tiene para atacar, aunque ve a Esteban Chaves (Orica) y Majka excesivamente conservadores para mantener su clasificación.

"Ganar etapas es muy complicado porque estábamos a otra cosa que es el podio. Hemos estado de rosa, he sido tercero y hay días para conseguir alguna etapa. Hay que valorar si queremos ganar etapas o meternos en el cajón. El Giro me está pareciendo una carrera muy bonita. Estoy encantado de estar aquí, me siento muy querido y apoyado", aseguró.