MADRID. Unos 2.500 efectivos participarán en el dispositivo de seguridad del partido de la final de la Copa del Rey, que enfrenta el domingo al Barcelona y al Sevilla en el estado del Vicente Calderón de Madrid, en el que no se podrán introducir ni banderas esteladas ni otros símbolos no constitucionales, tal y como especifica la Ley del Deporte.
Se trata de un partido de alto riesgo que contará con un estadio lleno con capacidad para 54.907 espectadores y una previsión de 38.780 aficionados de ambos clubes, según ha informado esta mañana la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, y comisario general Florentino Villabona.
Así, se recomienda acudir al campo con tiempo suficiente para poder pasar los controles de seguridad establecidos por la Policía y la Federación Española de Fútbol. Para ello, las puertas del Estadio se abrirán tres horas y media antes del comiendo del partido. Además, las 'fan zones' para los seguidores del Barcelona y del Sevilla estarán ubicadas en Matadero y Parque de San Isidro, respectivamente.
Por otro lado, tal y como ha indicado Dancausa, se reforzarán las líneas de autobuses diurnos y nocturnos, así como el Cercanías y el Metro. "Es una oportunidad más para que Madrid siga demostrando su capacidad para organizar grandes eventos deportivos que generan riqueza e impacto económico", ha añadido.