Bilbao - “Algunas personas tienen miedo a las arañas o a las serpientes. Yo se lo tengo a la velocidad. Es una fobia”. Desnudo ante sus miedos, frente al espejo del pánico, Thibaut Pinot reconoció el repelús que le producía la velocidad, un shock que lo sumía en un estado catatónico, depresivo. Para exorcizar el terror, Pinot se apuntó a una terapia de adrenalina. Todo para dejar la habitación del pánico. Miedo contra el miedo. La receta de los deportes extremos como terapia. Con Max Mamers, un piloto, se subió a un vehículo de competición para ir al límite en Magny-Cours. Pinot se quería quitar de encima los temores que se le tatuaron por una caída cuando era juvenil.
El miedo, irracional, paralizante, trazaba los descensos de Pinot, directos a las fauces de los peores recuerdos. El tiempo y la valentía de afrontar sus pesadillas han rehabilitado a Thibaut Pinot, la gran esperanza del ciclismo francés, lejos de aquel túnel de zozobra en Ax 3 Domaines, que le retrató el terror en el rostro en el 2013. La oscuridad del descenso no persigue a Pinot. Luz para Thibaut, brillante bajo el sol de Sion.
Pinot, la máxima esperanza ciclista del hexágono, un reputado escalador, tampoco mezclaba bien con el crono. El baile de las manecillas no era lo suyo. Arrítmico. Torpe. De igual modo que se rebeló contra su miedo a la velocidad, el francés asaltó el templo de Cronos. Pinot se elevó por encima del resto en la contrarreloj de ayer (15, 11 kilómetros) en el Tour de Romandía, donde batió a Dumoulin, un especialista absoluto, sin dobleces. La crono impulsó a Pinot en la ascensión y no le desajustó en un descenso de vuelo rasante: a más de 90 kilómetros por hora. Un examen para su diván. Pinot ya no temía y encauzó su pasado mirando al futuro. Ese camino fue el que transitó Nairo Quintana, evidente su progresión en la contrarreloj, un aviso para el Tour. El colombiano se ató al mismo tiempo que Chris Froome y pudo sumar más ventaja respecto a Ilnur Zakarin en la antesala de la etapa reina del Tour de Romandía, que Quintana acometerá tras subrayar el liderato. Thibaut Pinot, segundo en la general, también se acentuó. Ganó al miedo.