Lesaka - La presencia de Indurain junto a la línea de meta de Lesaka genera un pequeño revuelo. Son aún muchos quienes le veneran, aunque se retiró del ciclismo hace un par de décadas. Entonces, Mikel Landa aún era un niño de 7 años que vivía casi ajeno a las hazañas del gran Miguelón.

¿Qué le pareció la exhibición de Landa en las exigentes rampas de Garrastatxu?

-Fue impresionante. Mikel ya ha demostrado que es un gran corredor, pero no pensaba que estaba en forma como para luchar con el resto de los gallos, que vienen con buenas piernas y de disputar carreras importantes en este inicio de temporada. Él tiene a su favor que está más motivado porque corre en casa y quiere hacerlo bien ante su público. Además, conoce el recorrido y sabe moverse en este tipo de pruebas.

¿Le ve con opciones de ganar la Vuelta al País Vasco?

-Sí, por qué no. Tiene moral y está en casa. Aunque también puede pesarle un poco la responsabilidad. Pero creo que es un corredor con experiencia y tiene ganas de que la afición de casa le vea bien.

¿Le sorprende que ofreciera tan buen rendimiento en su sexto día de competición?

-Ya no me sorprende. En mi época no era normal ganar cuando venías de casa, pero ahora sí. La cuestión es que el ciclismo ha cambiado mucho. Antes íbamos a las carreras a rodar, a hacer kilómetros y ahora la gente viene de casa y está luchando por ganar. Hacen un trabajo muy importante. Corren menos, pero no se descuidan en casa y aprovechan al máximo ese trabajo. Hay formas de controlar los estados de forma y a las carreras a las que van las disputan a tope.

El ciclismo moderno.

-Sí. Los corredores se prodigan menos en las carreras, pero allá donde van, disputan a tope. Nosotros antes hacíamos concentraciones de equipo y nos metían en una carrera. Ahora no. Se concentran en lugares determinados y cuando van a correr están listos para disputar.

Volviendo a la figura de Mikel Landa, ¿con qué corredor de su época le podría encontrar alguna semejanza?

-No sabría decirte. No es el típico ciclista escalador. Tiene algo más de potencia y es más corpulento. Se desenvuelve bien en muchos terrenos. Es un tanto atípico en ese sentido, aunque sabe exprimir muy bien sus condiciones. La contrarreloj es quizá su punto más débil, pero si en las grandes vueltas se defiende bien y tiene regularidad, puede buscar ahí su forma de ganar carreras.

En ese sentido, ¿cree que el Sky le viene como anillo al dedo?

-Creo que sí. Es un equipo que tiene una metodología de trabajo muy concreta y que va a las carreras con un líder muy claro. Lo que tiene que hacer Mikel es aprovechar las carreras en las que le dejan libertad para rendir al máximo.

¿Le ve como un claro aspirante a ganar el Giro?

-Lo del Giro son palabras mayores. Pero se ve que está trabajando bien, que ha asimilado perfectamente el cambio de equipo, que no siempre es fácil, y eso le puede dar tranquilidad y confianza para correr el Giro. Es una carrera que le va bien y estará para disputarla.