MADRID - Fernando Alonso (McLaren), que sufrió un violento accidente durante el Gran Premio de Australia de Fórmula 1, declaró ayer que la próxima vez que se suba al coche se sentirá más vivo que nunca.
“Tengo un poco dolorido el cuerpo, como si hubiese entrado en una lavadora gigante y me hubiese puesto a dar vueltas, pero no tengo ninguna marca ni nada hinchado, ni un hematoma grande. Dentro de dos o tres días ya estoy en la bicicleta o haciendo alguna actividad”, dijo en El Partido de las 12, de la Cadena COPE. Al describir el momento del accidente, Alonso dijo: “Pensé: ésta va a ser una buena torta y a ver si no me hago daño’. Es lo primero que pienso cuando choco contra el muro y luego el coche vuelca, porque se mete en la gravilla y ahí ya pierdo la posición”. “Veo el cielo, la gravilla, luego el cielo, porque vas dando tumbos y vas chocando contra todo lo que tienes en el coche, en el habitáculo. Y justo cuando se para el coche, que tampoco sabes muy bien dónde estás ubicado en el circuito, vi un hueco para salir porque estaba boca abajo. Me dije: voy a salir”, recordó. “No sabes muy bien ni dónde estás, ni si el coche ha parado todavía, ni si va a seguir. Entonces digo: voy a salir por si acaso. De ahí que haya salido tan rápido”, agregó.
“Deseaba que el coche parara ya y que no tocara con nada en la cabeza. Vamos muy sujetos y vas dando tumbos. Ves como va chocando el morro contra el suelo, luego el lateral, sigues volcando y dando vueltas y quieres que en una de esas vueltas no esté la cabeza expuesta ni contra el muro ni contra la valla ni contra el suelo porque puede ser una lesión grave”.
“Te encoges un poquito, intentas hacerte pequeñito dentro del habitáculo para que pare y no haya ningún choque en la cabeza”, precisó. “Estoy agradecido de que no fuese nada y de que Esteban (Gutiérrez) estuviese bien”, señaló. Alonso dijo que “los primeros cinco minutos sientes la frustración y la tristeza de haber abandonado una carrera”, pero que “a los dos minutos piensas de verdad las cosas y te dices qué suerte tienes de poder coger el avión y volver a casa”.
El asturiano reveló cómo fue su llamada a casa: “Dije: ‘déjame llamar a mis padres que estarán preocupadísimos’. Llamo a mi madre con una videollamada y la veo tranquilamente en el sofá de casa, con la manta, desayunando y le digo: ‘¿Qué tal? ¿Preocupados?’. Y me dice: ‘Sí, sí, pero bueno, ¿nada? Como ya te hemos visto caminando y saliendo del coche... Aquí estamos viendo la carrera”.
“Estaban supertranquilos”, dijo Alonso, quien añadió bromeando: “Parecía que les molestaba que les hubiera llamado porque estaban viendo la carrera y los interrumpía”. - E.P.