El fulgor de 2015, magnífica pirotecnia que prendió en la Vuelta al País Vasco y se elevó al cielo de Italia en un Giro de Italia espléndido para sostener el colorido en la Vuelta a España, se apagó de repente en invierno. Noche oscura. Mikel Landa, brillante neón, joya engarzada en el escaparate del Sky, palideció porque su organismo, peleado con el general invierno, se resintió. Laminadas las defensas, el ciclista alavés tuvo que posponer el inicio de curso para recomponer su figura. Pie a tierra. Renqueante, el corredor tuvo que alterar el almanaque previsto para el inicio de campaña. “He trabajado mucho con los médicos y los entrenadores y estuvieron fantásticos. No me pusieron ninguna presión y me dieron tranquilidad. Fueron muy pacientes y se centraron en restaurar mi confianza y mi forma física”, describe Landa en la web del Sky. Recuperado definitivamente para la causa, Mikel Landa, el ciclista que viste el maillot de las grandes expectativas, abrirá mañana la cerradura de la temporada en la Settimana Coppi e Bartali. “Tengo muchas ganas de debutar. Ha pasado mucho tiempo desde que competí por última vez”, reconoce Landa.

Reactivado en lo físico y en lo emocional, rearmada la moral, al fin podrá lucir un dorsal el murgiarra. Expone Landa que durante el último mes “he entrenado fuerte y me siento mejor cada día. Estoy totalmente recuperado y preparado”. Aunque físicamente en condiciones óptimas, el corredor matiza que la ausencia de competición durante tanto tiempo -su última carrera data del Giro de Lombardia que se disputa en los primeros días de octubre-, repercute en su estado de forma. “No voy a estar al cien por cien, primero tengo que adaptarme al ritmo de carrera de nuevo”, asume. La prueba italiana, que comienza mañana y concluirá el domingo, servirá a Landa para almacenar kilómetros en el granero de las piernas y absorber ritmo de competición, un latido más exigente que el producido por el pálpito de los entrenamientos.

con el giro en mente La Settimana Coppi e Bartali se presenta por tanto como la primera caminata de aproximación para encarar la mole del Giro de Italia, el Santo Grial que persigue Landa. “Sólo quiero ayudar al equipo y prepararme para el Giro de Italia. Quiero llegar al Giro en las mejores condiciones y todo el trabajo de ahora hasta entonces va hacia ese objetivo”. La búsqueda de la carrera rosa, el trono de Milán, es la razón de ser de Mikel Landa en el grandilocuente Sky. El equipo británico desea conquistar Italia después de haber izado varias veces la bandera de la victoria en Francia. “Aún espero liderar al equipo en el Giro de Italia. Ese es el plan. Creo que puedo estar fuerte en esa carrera y sé que vamos a tener un gran equipo. Pienso en disputarlo y tratar de ganar”. Landa se enciende.