TENERIFE Tania (3), Carlota, Amanda (2), Xiomara (4), Aranzazu (3), Natalaia, Ainhoa (3), Nenkova (9) y Méndez.

EHARIALDEA Yurema (1), Leticia (7), Maria del Val (2), Raquel (1), Miriam (1), Paula (2), Nerea, Nagore (5), Itziar (2), Nefer, Aitziber, Ana, Laura, Titza (2) y Betel.

tenerife - Aunque parezca increíble, el pasado fin de semana se le escapó al Garlan Legumbres un partido que tenía dominado desde el principio. Hasta que a partir del minuto 50, unos fatídicos diez minutos finales, hicieron que se quedasen las locales con la victoria. Las jugadoras del Tenerife supieron manejar mucho mejor los instantes finales del partido para llevarse la victoria de un encuentro en el que se mostró superior el Eharialdea, pero el conjunto de Iñaki Santamaría no supo plasmar esa superioridad en el resultado final.

El partido enfrentaba a dos equipos muy igualados aunque opuestos en cuanto a juego. Por un lado el Tenerife comandado por su cañonera Nenkova (9 goles) y su central Ainhoa, que lideraban el juego de ataque de las de la isla. Por el contrario el Garlan, con una defensa abierta para parar el peligro de estas dos jugadoras. Las de Sansomendi saltaron al parqué muy enchufadas y el primer tiempo fue una lucha muy bonita de poder, en la que nadie se iba del marcador. Pese a todo ello, el Eharialdea consiguió llegar al descanso con un gol de ventaja en el marcador y con un muy buen trabajo detrás.

La salida de los vestuarios vino acompañada de un arranque fulgurante de las gasteiztarras, que pusieron tierra de por medio respecto a sus contrincantes. Apoyado en una gran actuación bajo palos de Txibi, el equipo alavés maniataba a las locales, que no encontraban vías para perforar la portería local y se enredaban en el 5-1 planteado por Iñaki Santamaría con Nagore de avanzada sobre Nenkova. Gracias a ello, el Garlan alcanzaba su máxima ventaja con 15-21 a su favor en el marcador a falta de diez minutos por jugar.

Parecía casi cerrado el partido, pero en esto del balonmano no se puede dar nada por cerrado hasta que los árbitros pitan el final y así fue. El Ehari se atascó por completo en ataque y se quedó en los 21 goles al mismo tiempo que la defensa perdió concentración, lo que insuflo unos ánimos inesperados a las tinerfeñas. Como consecuencia, las jugadoras locales fueron remontando gol a gol hasta dar la vuelta al marcador. Un gol a falta de 10 segundos de Yurema permitía al equipo vitoriano restablecer el empate (23-23) en el luminoso, pero un saque de centro y una acción eléctrica de las de las Islas Canarias, cerraron el partido con el definitivo 24-23. Un resultado muy duro para las alavesas, que después de un grandísimo trabajo se fueron de vacío por unos diez últimos minutos para olvidar. - DNA