c uenta Ander Imaz (Oiar-tzun, 1994) que no se “veía” en este punto. Ya cuando debutó, el 20 de diciembre, analizaba que no hacía “ni un mes y medio” que llevaba entrenando con Asegarce. “Me llamó un día Rubén Beloki para ir al Labrit de Iruñea a hacer un entrenamiento y me empezó a llamar todas las semanas para ir. Después, hice una especie de prueba en un partido con profesionales. Salió bien. Todo ha sido en muy poco tiempo”, analizaba entonces el zaguero guipuzcoano. La baja de Aritz Begino le abrió el hueco en la operadora de Bilbao y, aunque también peleaban Erasun, Sarasa y Etchegoien, fue él al que llamaron. Se encargó el técnico de Burlata, quien le comunicó la noticia de su entrada en el Parejas de Primera por Albisu el lunes a mediodía. “No esperaba nada. Sabía que Jon Ander estaba mal de manos pero cuando me llamaron me llevé una sorpresa”, recita el guardaespaldas de Gipuzkoa, quien concreta que “sé que estoy jugando a buen nivel. Me han dado esta oportunidad y quiero aprovecharla para ayudar a Iñaki en este punto del campeonato”.

Al manista se le ha dado el mundo la vuelta en poco tiempo. “Hace cuatro meses no se me pasaba por la cabeza ni que podría debutar. Todo ha ido a mucha velocidad. Estoy viviendo un sueño. Sé que vendrán momentos malos y hay que disfrutar este punto”, comenta Ander. Agrega, además, que fue “sorpresa” todo. “No pensaba que a estas alturas iba a haber ganado tantos partidos como lo he hecho hasta ahora. Estoy a gusto”, sentencia. De hecho, suma trece encuentros como profesional, de los que ha ganado diez. Una barbaridad. “Me han llegado más felicitaciones de lo normal estos días, pero se agradece porque es por cosas bonitas”, revela el neoprofesional de Asegarce.

Y en Segunda todo es vino y rosas hasta el momento. Unido a Axier Arteaga ha conseguido cuatro victorias de cuatro, lo que ha catapultado al dueto de guipuzcoanos recién aterrizados a la empresa de Bilbao a las semifinales de la competición. “Ni lo imaginábamos. Acabamos de debutar los dos y no había presión. Queríamos aprender. Hasta ahora nos han ido las cosas muy bien”, asevera el de Oiartzun.

Ha sido su catapulta. “La del domingo es una opción muy bonita, pero soy consciente de que jugar en Primera supone estar en otro nivel. Es otra categoría. Intentaré hacerlo lo mejor posible en Donostia. Sé que cambian las pelotas y la velocidad, pero trataré de adaptarme”, manifiesta Imaz. La sorpresa con la que se encuentra el oiartzundarra cambia por completo su perfil de juego. Ander es un zaguero con buena derecha y que anda mucho en la cancha. Es seguro y en las últimas semanas está cautivando a sus técnicos. Además, se encontrará con Víctor, que sustituye a Oinatz Bengoetxea, un delantero ratonero que desplaza muy fácil la pelota con la mano diestra, por lo que el duelo puede convertirse en su Vietnam particular. “El riojano es de los delanteros que más castiga a los zagueros. Tiene un golpeo violento con la derecha. Él y Untoria irán a por mí. Sí que es cierto que Untoria no tiene ese golpe que domina tanto al rival, pero tiene otras características, es el campeón y por algo está aquí”, asiente Imaz, quien apostilla que “Iñaki Artola está en un buen momento de forma. Me ayudará y, si tiene pelota, irá a acabar el tanto”. Está motivado Imaz. Declara que es “muy competitivo” y le hace falta poco para meterse de lleno en los partidos. “Es una semifinal, eso motiva a cualquiera”, advierte. “Yo presión no tengo, pero tampoco quiero mostrar una mala imagen. Intentaré hacerlo bien y que me aguanten las manos”, sostiene el manista de Oiartzun.

EL FACTOR ARTOLA Iñaki Artola es del mismo año que Imaz, por lo que durante toda su carrera como aficionados, no así en la élite, se han cruzado sus caminos en la cancha. “Hemos jugado mucho y nos conocemos. Nos ha tocado en contra y a favor. Los entrenamientos nos tocan juntos. Eso hace mucho en la cancha”, declara Ander. Sus adversarios estarán a un nivel parecido en esa suerte, al haberse criado juntos en el grupo de La Rioja. Imaz hace hincapié en que “llevan más tiempo en profesionales y será un partido difícil”.

El encuentro se desarrollará en el Atano III de Donostia, uno de los frontones fetiche del guardaespaldas. Dice Imaz que, junto con el Beotibar de Tolosa, su preferido. “Eso motiva. Además, Oiartzun está a apenas diez minutos y la gente está muy animada. Parece que puede haber buen ambiente”, certifica. De cara a tomar la medida a la velocidad y al material, ayer mismo estuvo ejercitándose en Tolosa y mañana, en la elección de material, hará lo propio en el emplazamiento donostiarra.