vitoria - Tras dominar la media distancia en Euskadi, la fondista alavesa ya tiene en mente el salto a la distancia reina del atletismo y por eso, Elena Loyo tiene claro que en un futuro preparará el asalto al maratón.

Bate el récord de Álava de 10.000 metros en diciembre y el de Euskadi de Media Maratón en enero. ¿Qué ha pasado en febrero que no ha seguido batiendo récords?

-Ah, bueno... (risas). Lo cierto es que ha sido un mes de entrenamientos. No había muchas competiciones y he aprovechado para meter carga de trabajo, ya que ahora empieza de nuevo la fiesta.

¿Vendrán más marcas?

No sé. Eso mejor ir comentando una vez que se hayan logrado, que no hablar de lo que se va a hacer, ya que eso no se sabe. Eso ya se verá. Intentaré ir mejorando, pero ahora no me quiero poner metas.

Viendo su evolución, todo apunta a que su futuro pasa por el maratón. ¿Cómo lo ve?

-Sí. Según vas aumentando distancias, el maratón es la prueba que te pide el cuerpo y más con una cierta edad. Sí es lo que tengo pensado preparar más adelante.

¿Asusta el salto? ¿Qué es lo que más le preocupa?

-Bueno, más que preocuparme algo en sí, lo que quiero es hacer buenos entrenamientos, que en ese aspecto no va a haber ningún problema, y luego me gustaría que en el primero que haga quedarme con buenas sensaciones para querer seguir haciendo más.

Al menos, cuenta con un buen maestro para afrontar la mítica distancia. ¿Cómo valora trabajar con todo un campeón como Fiz?

-Jo, buff!! Considero que tenemos muchísima suerte en Vitoria de poder contar con alguien como él. Además de tenerle encima tan disponible, para preguntarle cosas y para que te de consejos, después también está ahí para prepararte unos entrenamientos buenísimos. Es un auténtico lujo.

¿Está muy encima y es un entrenador pesado o tiene mano izquierda?

-Él marca unos entrenamientos, pero siempre se puede hacer alguna modificación en función de cómo te encuentres. Si estás cansada o has tenido algún problema, está al tanto para modificarlos y no sobrecargarte. Es un entrenador flexible y eso para mí es muy importante. No se cierra a lo fijado. El cuerpo de uno está ahí y él sabe escucharte.

Por el momento, sus últimos resultados están siendo espectaculares. ¿Cree que se debe a la mano de su nuevo técnico al que se unió desde el pasado mes de septiembre?

-Sí, sí. Yo sí que iba mejorando por mi cuenta y sabía que tenía ciertas cualidades para correr, pero su mano se ha notado mucho.

¿En qué sentido?

-En la forma de trabajar. Pasas de hacer unos entrenamientos en los que no tienes nada planificado a contar con una programación concreta de cara a un objetivo. Se nota muchísimo. Yo antes de entrenar con Martín, por ejemplo, nunca había hecho series. Creo que gracias a él, el salto dado ha sido mucho más grande. No hay más que ver que mi mejor marca en una media maratón era de 1h 18m y acabo de bajarla cuatro minutos. Esa mejora se debe a algo más, que no solo a tener cualidades.

¿Le ha sorprendido bajar ese tiempo minutos en esa distancia y las marcas que está consiguiendo?

-Yo sabía que por los entrenamientos que estaba completando podía andar por ahí y hacerlo bien. No me atrevía a decir una marca. Esperaba hacerlo bien, sabía que de piernas estaba bien, que iba mejor, pero no sabes hasta que punto puedes mejorar.

Además, este año le están respetando las lesiones. ¿Ha podido influir su nuevo plan de entrenamiento?

-Creo que sí. Cuando iba sola a mi aire, igual había días que te toca entrenar más suave, pero cuando estás ahí, quieres más y más y más y no sabes ponerte freno, ni descansar cuando tienes que descansar. Entonces llegaban las sobrecargas, lesiones, problemas... Se nota y por algo hay una serie de entrenamientos y una planificación. No solo para rendir mejor, sino también para evitar que el cuerpo se rompa. Además, para evitar lesiones también he incluido una rutina de trabajo en el gimnasio y clases de pilates, lo que creo que me está viniendo muy bien.

En dos meses ha sido capaz de batir récords que llevaban vigentes mucho tiempo. ¿Por qué cree que no se han superado antes?

-Pues la verdad, no lo sé. No sabía ni que llevaban tanto tiempo. Era una marca buena, pero sí que 16 años son bastantes la verdad. Quizá porque en estos años no ha habido tanta dedicación al deporte por parte de las chicas como la hay ahora. No lo sé.

¿Cuál es el siguiente objetivo?

-Tengo en mente el Campeonato de España de 10 kilómetros en ruta en abril en la localidad de Alcañiz y antes supongo que haré los 10 kilómetros de Laredo y alguna otra prueba que me sirva de preparación. Todo eso enfocado para que las piernas estén a punto.

Últimamente brilla en pruebas de asfalto, pero en su día cuando comenzó a correr también lo hizo en las de trail. ¿Volverá al monte?

-Quizá, pero dentro de un tiempo. Ahora mismo estoy bastante centrada en las pruebas de asfalto y todo no se puede abarcar, porque si no las piernas no te responden bien ni en un sitio ni en otro. Ahora seguiré con el asfalto, pero lo de montaña está ahí. Siempre me ha encantado el monte y quizá vuelva a hacer alguna carrerita. Ya se verá...

Lo que ya si está descartado es su vuelta a la pasarela?

-(Risas...). Ahí sí que no pienso volver. Creo que ya no tengo ni edad, ni muchas ganas para eso.

Igual para algún desfile benéfico...

-Puede ser. Todo dependería de la causa para la que se haga, pero en un principio eso lo dejamos ahí aparcado, salvo que dejase mi vida deportiva que es donde realmente me siento más cómoda.

¿Viendo su trayectoria deportiva ya casi ni le preguntaran por cuando se coronó Miss Álava hace ya más de diez años o lo siguen haciendo?

-Alguna vez sí pero poco. Y es que la gente que está enterada de eso tampoco está muy metida en el deporte y al revés tampoco. Son dos mundos muy diferentes, que no tienen mucho que ver el uno con el otro y al no haber conexión entre ellos no hay gente que me lo recuerde.

¿Y le molesta que le recuerden o no le da importancia?

-No. Fue una cosa que hice en un periodo de mi vida y ahí queda. Ya está. Sin más.

¿Y qué es más duro desfilar con tacones de 20 centímetros o ir con el corazón revolucionado durante 20 kilómetros?

-Pues es más fácil andar con tacones de 20 centímetros, pero no es la misma sensación cuando acabas de desfilar que cuando llego a la meta y tengo todo el recuerdo de la carrera, de cómo ha sido y si encima haces un buen tiempo o has ganado, ya es la leche. Para mí las carreras son un subidón mucho mayor que el que vivía en la pasarela.