BILBAO - Un bonito gol de Sabin Merino en la parte final del partido, en el minuto 78, doblegó ayer en San Mamés a un espléndido Olympique de Marsella y clasificó al Athletic para los octavos de final de la Liga Europa. Al final resultó decisivo el golazo de Aduriz en la ida, pero el Athletic sufrió lo suyo ante los de Michel, que completaron un primer tiempo primoroso y que terminaron en ventaja por el gol de Basthuayi, que les adelantó en el marcador en el minuto 40. Pero tras el descanso el choque se igualó y los de Valverde mejoraron hasta volver a mandar en la eliminatoria con una jugada a la antigua usanza que fue el mejor homenaje que el equipo podía dar al legendario Rafa Iriondo: centro desde la derecha de Markel Susaeta y cabezazo en plancha de Sabin. Esa jugada la podían haber firma Iriondo y su compañero de fatigas, el espléndido Telmo Zarra, porque acciones así firmaron a decenas, si no a centenares, durante su carrera. Unos primeros minutos sin mucho que contar no dejaron entrever, ni por asomo, la tormenta que cayó posteriormente en San Mamés. No la meteorológica, que también, con lluvia y frío, sino la futbolística que descargó el Marsella en una primera parte primorosa de los de Michel. Un remate cruzado de Nkoudou tras una buena contra visitante fue el primer trueno de los de azul, que no abrió el marcador al cuarto de hora de partido porque Herrerín se interpuso con una espléndida parada a un balón despejado por San José que dio sorprendentemente en Batshuayi. El meta local fue lo más firme de su equipo en una primera mitad en la que estuvo totalmente superado y echó mucho en falta a los ausentes Beñat y Williams. Un remate alto de De Marcos a córner botado por Susaeta amagaba con unos mejores minutos rojiblancos antes del descanso, pero lejos de ello una mala defensa a un balón centrado desde la izquierda por Mendy significó el 0-1. Etxeita no llegó al despeje, el balón rebotó en Laporte y el balón suelto que quedó lo estampó Batshuayi junto al larguero, imposible para el meta bilbaíno.
Mejoró el Athletic tras el descanso, que generó al menos tres ocasiones de gol en unos primeros veinte minutos igualados en el juego pero con más peligro ante Mandanda. En medio de esas ocasiones, un centro chut de Mendy cayó sobre el larguero de Herrerín. Y después de ellas, con el Marsella recuperando cierro control, pero ya no tanto como en el primer tiempo, Fletcher no aprovechó tres balones de los que pudo hacer más. Y ya en la parte final, llegó el gol de Sabin Merino. Precioso. Apertura a la banda de Muniain, centro de Susaeta desde la derecha y espléndido cabezazo de Sabin en plancha inapelable a la red. De ahí al final, partido de ida y vuelta, insistencia marsellesa, contraataques desaprovechados por parte bilbaína, firmeza de Herrerín, un baluarte para su equipo, y final del partido con el Athletic en octavos de final. - Efe