Duración: 50:17 minutos de juego.

Saques: 1 de Olaizola II (tanto 8) y 1 de Artola (tanto 4).

Pelotazos: 421 pelotazos en juego.

Tantos en juego: 13 de Olaizola II, 2 de Urrutikoetxea, 5 de Artola y 1 de Albisu.

Errores: 13 de Olaizola II, 2 de Urrutikoetxea, 5 de Artola y 1 de Albisu.

Marcador: 1-0, 1-1, 2-1, 6-2, 7-2, 14-3, 165-5, 19-6, 20-6, 21-7 y 22-9.

Botilleros: No hubo botilleros al ser las dos parejas de la misma empresa, Asegarce.

Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada de la liguilla de cuartos de final del Parejas de Primera disputado en el frontón Labrit de Iruñea. Lleno.

bilbao - La piedad no existe en el vocabulario de Aimar Olaizola y Mikel Urrutikoetxea. Si hace un par de semanas sacaron los colores a Altuna III-Merino II en el Beotibar de Tolosa con un 22-3, ayer hicieron lo propio ante Iñaki Artola y Jon Ander Albisu. Peleando contra unos compañeros de empresa que se están jugando mucho en el tramo final del Parejas de Primera, un ser o no ser, los finalistas del Manomanista se mostraron impenitentes. No hay amigos. Olaizola mostró su mejor versión en el Labrit de Iruñea, espumoso en el remate y con chispa a la hora de mover la pelota, y Urrutikoetxea sigue a lo suyo, deslumbrando, mostrando trazas de pelotari total, de todoterreno, de un futuro brillante en cualquier parte del frontón y en cualquier modalidad. El de Zaratamo además, asombró al respetable al enseñar cómo se las gasta en los cuadros alegres, mandando un gancho a bote desde el cinco y medio a la escuadra a la que nadie podía llegar, el 15-5. En definitiva, el de Goizueta y el campeón actúan como una máquina bien engrasada que, si no es ante pegadores, parece no sufrir los baches del camino. Ahora mismo están a un nivel excepcional.

Tampoco dieron demasiada guerra Artola y Albisu, que están inmersos en una dinámica realmente peligrosa. Y es que, los guipuzcoanos, que hace un mes asomaban como un gran dueto, sin estridencias para llevarse los partidos, no termina de carburar en el epílogo del Parejas. Suman cuatro jornadas consecutivas sin sumar puntos. De hecho, su senda plácida en los primeros dos tercios de torneo se ha transformado en un camino tortuoso en el que ya han sido superados en la tabla por binomios que vienen de abajo con fe y entrañas. Bengoetxea VI-Untoria, que se pueden despegar si ganan hoy, y Ezkurdia-Barriola acechan su posición, con mejor tanteo global dadas las derrotas en siete y en nueve de las que han sido víctimas.

Desde que en el frontón de Idiazabal sufrieran ante Altuna III-Merino II un 22-7 no han vuelto a dar pie con bola los azules. Ya sea la mala fortuna, en forma de gripe de Artola, los adversarios en vena o malos encuentros, el delantero de Alegia y el zaguero de Ataun tienen por delante dos jornadas en las que se juegan todo. Tendrán que ganar sí o sí, porque no hay más. Visto lo visto, está complicado. Además, Martínez de Irujo-Rezusta, líderes sin fisuras y compañeros de empresa de sus rivales por el puesto, les esperan la última jornada. Las semifinales para Artola-Albisu están muy cuesta arriba.

La imagen mostrada en el Labrit de Iruñea, no obstante, no fue mala. No fue, simplemente. Aimar Olaizola y Mikel Urrutikoetxea fueron tan superiores que no les dejaron hacer su juego. Los colorados tampoco fallan y, así, es complicado hacer daño. El delantero se mostró voraz, hambriento, carnívoro, abrió brechas con el sotamano y buscó en todo momento acabar el partido. Estuvo bien Aimar en su labor, dio la cara con el viento a favor. Su compañero en los cuadros largos, además, le custodió de cine. Mikel Urrutikoetxea se alinea como zaguero pero es delantero y como tal actúa. Muchas veces, los contrincantes tienen que pelear contra dos pelotaris dentro del cinco. Demasiado.

Así, el encuentro se deshilachó rápido. Sin anestesia. Aimar inició la batalla con la sangre caliente y la zurda esperando presa. El primer tanto, duro, acabó con un gancho, que igualó Artola con una parada (1-1). Fue el único abrazo. Después, dos remates consecutivos de Olaizola II pusieron colorado el choque y Urruti se unió a la fiesta con un tanto de purasangre: completó un dos paredes de volea muy abierto al que llegó Albisu por los pelos y cerró el cartón con un zurdazo brutal. Declaración de intenciones. Tambores de guerra. La falla se puso 6-1 con otros dos tantos de Olaizola II.

Y no hubo pimienta ni emoción. La contienda se desniveló sin enseñar los dientes. Quizás Artola en el último tramo pudo asumir responsabilidades, pero las circunstancias eran ya de velocidad de crucero colorado (19-5), que bordaron todo el pleito.