ALEMANIA: Wolff, Reichmann (3), Wiede, Pekeler (2), Lemke, Fath (3), Dahmke (4), Lichtlein, Sellin (1), Strobel (1), Schmidt (1), Hafner (7), Kuhn (1), Ernst, Pieczkowski y Kohlbacher (1).

ESPAÑA: Sterbik, Víctor Tomás (4), Maqueda, Raúl Entrerríos (5), Antonio García (2), Rivera (1), Aginagalde, Pérez de Vargas, Gurbindo, Ugalde (1), Cañellas (1), Morros, Baena, Guardiola, Del Arco y Dujshebaev (3).

Parciales: 1-0, 5-1, 7-2, 8-4, 8-5, 10-6 (al descanso); 12-7, 14-8, 16-9, 18-12, 22-14 y 24-17.

Árbitros: Gjeding y Hansen (Dinamrca). Excluyeron por dos minutos a Schmidt (2), Kuhn, Kohlbacher, Pekeler (2), Sellin y Lemke por Alemania; y a Guardiola (2), Morros y Raúl Entrerríos por España.

Incidencias: Unos 15.000 espectadores en el Tauron Arena de Cracovia.

CRACOVIA - De bruces contra un muro. Una y otra vez, hasta sangrar. Así jugó la selección española de balonmano la final del Europeo de Polonia que ayer le enfrentó a Alemania. Porque los de Manolo Cadenas nunca compitieron, nunca tuvieron opciones de adjudicarse el oro y nunca tutearon a una selección germana que demostró por qué era la revelación del torneo. Y es que los teutones nada tuvieron que ver con aquel equipo que perdió ante España en el primer partido del campeonato continental. Alemania ayer fue enérgica y disciplinada, y le puso muchas más ganas; pero, sobre todo, Alemania ayer fue defensa. Defensa en mayúsculas. Un muro constante contra el que se estrelló la selección estatal una y otra vez. Y otra. Y otra. Porque a los germanos no les temblaron los brazos y jugaron al límite, sin miedo a las exclusiones -que tuvieron hasta ocho- y levantaron un fortín en torno su portería. Así consiguieron herir en los primeros compases del encuentro a una selección estatal que en el tercer parcial tan solo sumaba dos tristes goles. Pero realmente fue el guardameta Andreas Wolff quien les sentenció a la plata. Y al preolímpico.

El portero alemán lo paró todo, desesperó a Víctor Tomás en el extremo e hizo maldecir a Valero Rivera desde los siete metros. Porque España jugó muchos minutos, más de los habituales, con superioridad numérica. Probaron con contraataques y posesiones largas. Con conexiones al pivote y lanzamientos lejanos. Pero nada. La pelota no entró. Wolff, escogido mejor guardameta del Europeo, se hizo elástico y llegó a todos los balones. Incluso a los más inverosímiles. Con un 50% de efectividad, el portero germano representó mejor que nadie la impotencia ofensiva del equipo español. Así, aunque Alemania tampoco cuajó un encuentro para el recuerdo, la final para España acabó incluso antes de llegar al descanso. No en resultado, pero sí en sensaciones. Los teutones parecían más altos, con los brazos más largos y mucho más fuertes. Y ni siquiera los movimientos en el banquillo de Cadenas los empequeñecieron. De esta forma, los germanos indujeron a España en una inercia negativa de la que nunca salió y que le llevó a perder su cuarta final continental.

En cuanto al partido por el bronce, lo ganó Croacia. Los balcánicos superaron a Noruega en un duelo que parecía sentenciado al descanso y que los nórdicos llegaron a igualar en la segunda mitad, pero a costa de llegar sin fuerzas al tramo final, en el que Croacia volvió a escaparse para terminar ganando 31-24.

al preolímpico Esta derrota en la final del Europeo provoca que España se quede sin billete directo para los Juegos de Río y tenga que pasar un nuevo escollo para obtener su plaza. De esta forma, los de Manolo Cadenas deberán afrontar un preolímpico en el próximo abril, con sede todavía por determinar -aunque la Federación Española de Balonmano ya ha anunciado que se postulará para acogerlo-, donde se medirán con las selecciones de Eslovenia, Suecia e Irán. Los dos primeros clasificados de este nuevo torneo lograrán el billete para Río, donde ya tienen segura su presencia los combinados de Brasil, como anfitrión, Francia, como campeona mundial, Catar, como campeona del clasificatorio asiático, Egipto, como campeona africana, y Argentina, como subcampeona panamericana.

el equipo ideal del Europeo Antes del varapalo en la final, se pudo saber el siete ideal de este Europeo de Polonia, en el que Julen Aginagalde figura como mejor pivote. Los alemanes Andreas Wolff, portero, y Tobias Reichmann, extremo derecho; el lateral diestro sueco Johan Jakobsson, el central noruego Sander Sagosen, Michal Jurecki, lateral izquierdo de Polonia y el extremo zurdo croata Manuel Strlek completa el equipo ideal del máximo torneo continental. Por otra parte, el español Valero Rivera se erigió como el pichichi del Europeo con un total de 48 goles, aunque en la final de ayer tan solo pudiera engrosar sus números particulares con un solo tanto.