Gasteiz - “Toca dar un paso más”. Fue la sensación más generalizada que afloraba en la noche del pasado sábado dentro de la expedición de la selección vasca a Barcelona, donde Euskadi sumó un meritorio y reivindicativo triunfo sobre Catalunya en la fiesta que tuvo lugar en el Camp Nou. Es la hora de intensificar el trabajo en los despachos en busca de consumar etapas en el largo y durísimo trayecto para hacer realidad el ansiado objetivo de la consecución de la oficialidad, deseo que se comparte con la mayoría de la sociedad catalana, que volvió a dar un ejemplo de su compromiso.

La Federación Vasca de Fútbol ya gestiona el día después. Hace varias semanas que trabaja en la posibilidad de cerrar un nuevo enfrentamiento internacional que debería disputarse en la segunda mitad del próximo mes de mayo, una vez concluidas las diferentes competiciones estatales. Se trata de los primeros contactos informativos, pero con el objetivo de aumentar la carga de partidos internacionales y asomar a la tricolor en el Viejo Continente, referencia del fútbol mundial.

El organismo presidido por Luis Mari Elustondo ha puesto los ojos en la Eurocopa que se disputará entre junio y julio de 2016 en Francia. Se trata de conseguir una fecha FIFA, lo que supondría todo un salto cualitativo. Para ello, la Federación Vasca gestiona los tiempos en la finalidad de seducir a algunas de las 24 selecciones que tomarán parte en la Eurocopa, consciente, eso sí, de las limitaciones que poseen para hacer realidad un momento que puede marcar un antes y un después. Uno de los argumentos que pondrá sobre la mesa es el nivel futbolístico que ofrece la selección que dirige José María Amorrortu y Mikel Etxarri. El nombre de un buen puñado de futbolistas presentes en el Camp Nou, liderados por Aritz Aduriz (uno de los delanteros que a día de hoy tienen un impacto llamativo en Europa), y de otros ausentes por diferentes motivos hablan de su poderío, al que hay que añadir los resultados y el respaldo social e institucional, como se volvió a acentuar en la capital catalana.

La Federación Vasca maneja un ramillete de posibles rivales, sabedora de que entrañan una mayor accesibilidad que las denominadas poderosas y reticentes a enfrentarse a selecciones no oficiales. Combinados como los de Gales, Irlanda, Irlanda del Norte, Hungría o Islandia están marcados en la agenda de Elustondo y de los miembros de su Junta Directiva, que han abierto vías de negociación con representantes y empresas especializadas en la organización de este tipo de encuentros.

El caso de gales Las relaciones son buenas con algunas de ellas. Es el caso de Gales, con la que Euskadi se enfrentó en el viejo San Mamés en mayo de 2006, con victoria galesa gracias al gol del mítico jugador del Manchester United Ryan Giggs. La Federación Galesa quedó encantada con aquella experiencia, de la que tomó buena nota e incluso llegó a dejar abierta la opción de repetir en alguna ocasión el encuentro, que sería en Cardiff. Aquel enfrentamiento llegó en una histórica actividad de la tricolor, que completó cuatro partidos en un intervalo de doce meses con Iñaki Dobaran, presente el sábado en el palco del Camp Nou, como presidente de la Federación Vasca de Fútbol. Además del choque ante Gales, la selección vasca se enfrentó a Camerún, a Estonia en Tallin y a Serbia, mientras que seis meses después de aquella tacada se produjo la visita a Venezuela, con un nuevo triunfo (3-4).

Elustondo y su Junta Directiva ya han intentado en los dos últimos años cerrar sendos compromisos lejos de Euskal Herria, frustrados por diferentes motivos, como el motivado la pasada primavera por la presencia del Athletic en la final de Copa frente al Barcelona, cuando estaba prácticamente sellado un acuerdo con la selección de Marruecos. Dicen que andando se hace camino. El pasado sábado Euskadi quemó una nueva etapa. En mayo podría consumar una más.