Vitoria - Rodeado de papeles, carpetas, apuntes, planes de entrenamiento y una agenda cargada a más no poder de reuniones, citas con las familias o eventos sociales. Así es el día a día del actual coordinador del Club deportivo Aurrera, entidad histórica en Álava que en estos momentos agrupa a casi 700 chavales de diversas edades y modalidades.
Antes de entrar en escena, ¿no guardará algún parentesco con el escritor y periodista Raúl del Pozo?
-No, no, para nada... Ni con el modista tampoco. Al menos hasta donde yo sé.
Ahora que apuramos los últimos días del 2015, atrévase a ponerle nota...
-Desde mi punto de vista ha sido un año de noticias positivas. Hemos logrado un histórico ascenso a División de Honor Juvenil, que es la máxima categoría nacional, y ahora estamos compitiendo con las mejores canteras de la zona norte. Es un auténtico lujo. También se ha conseguido ascender a Liga Vasca femenina y lograr así una pirámide óptima en el fútbol femenino. Los otros equipos clave para el club se mantuvieron sin apuros en su categoría y hablo del de Tercera División, el de Liga Vasca Cadete, el de Segunda División Femenina y el de Segunda División B de Fútbol Sala, que salió adelante con mucho mérito por la implicación de los propios jugadores y el cuerpo técnico, que pusieron de su bolsillo para poder pagar las fichas. Así que después de todos estos méritos creo que un notable alto hace justicia a los méritos de este 2015.
¿Y cuáles son los objetivos más allá de los resultados deportivos para el nuevo curso que se ha marcado el club?
-Este año el objetivo primordial es la estabilidad a todos los niveles (deportivo, licencias y categorías). Es lo que nos va a permitir seguir siendo atractivos para reforzados a nosotros mismos con los recursos que tenemos de cara al año que viene, donde tendremos que valorar qué queremos ser y hacia dónde queremos llegar. Si seguir igual o crecer en algún sentido al actual.
Hablemos de sus comienzos en el club. ¿Cómo llegó usted hasta la carretera de Otazu para coordinar la estructura deportiva?
-Empecé como preparador físico con el equipo de Tercera División y tuve la suerte de coincidir con Javier López de Letona, que posteriormente se hizo cargo de la Secretaría Técnica del club. Quiso que estuviera a su lado y lo acepté sin dudar.
De no haberse dedicado al fútbol, ¿qué cree que hubiera sido de su vida?
-Estaría ligada al deporte seguro, porque me apasiona, sobre todo lo relacionado con la gestión del deporte. Es un mundo que me encanta y por eso espero poder vivir cerca del deporte toda mi vida.
¿Qué significa la gestión del deporte? Defínamelo en una frase...
-Uno de los puntos flojos que tenemos es la metodología de trabajo para las categorías inferiores, que tenemos que retomar. Antes éramos una referencia en Álava pero con la marcha de un compañero lo hemos perdido. A mí ahora no me da la vida, pero es fundamental recuperarlo porque es lo que nos da la diferencia. No podemos vivir del pasado y de los buenos que éramos.
Hay quien asegura que son ustedes, los coordinadores , el saco de todos los marrones y problemas... ¿Dónde quedan entonces las satisfacciones?
-Levantarte por la mañana y que no te cueste ir a trabajar ya es una satisfacción enorme, y lo mismo el fin de semana... Ojalá fuera capaz de desconectar pero no puedo ni me importa. Para mí es un lujo y un placer dedicarme al deporte.
Usted que está acostumbrado y obligado a tener que trabajar en el día a día con varios compañeros, ¿cuál es la cualidad que más aprecia en una persona?
-La honestidad, sin duda. Es necesario saber rodearse de gente honesta que trabaje de forma honrada y sea fiel. Quien está a tu lado marca cómo eres en cualquier faceta profesional, no tengo ninguna duda de ello.
¿Y la que más le disgusta?
-La falsedad, no puedo con ella.
¿Por qué?
-Porque la gente quiere quedar bien con todo el mundo y no se puede. Si yo no quiero algo debo ser claro y directo, y no andar mareando por querer quedar bien. A mí me gusta la gente clara y directa, por eso yo soy así. La falta de verdad no la digiero nada bien.
Pues su cargo demanda, cuando menos, algo de mano izquierda...
-Yo soy claro con todo el mundo y estoy para ayudar no para ser una carga...
Por su trabajo como coordinador de un club que ahora mismo acoge a casi 700 chavales de varias edades y modalidades, ¿qué diría que es lo más gratificante?
-Los niños son sinceros, espontáneos y juguetones, y debo reconocer que me encanta ese mundo porque no hay malicia por ningún lado. Además, en el ámbito deportivo son esponjas, adquieren conocimientos rápidamente y ver que tu trabajo es efectivo con ellos de forma tan rápida es muy gratificante.
En su día hablar del Aurrera en Vitoria era hablar de palabras mayores... ¿En qué quedó todo aquello?
-¡Aún hoy continúan siendo palabras mayores! El Aurrera es un club deportivo de una magnitud enorme. Miles de familias de la provincia se han formado de nuestra mano en los más de 80 años de existencia y somos un agente social muy importante. Y no solo somos fútbol, sino que también somos la referencia deportiva en otras modalidades como el fútbol sala, el hockey patines o el tiro con arco.
Haga memoria y atrévase a citarnos alguna de aquellas referencias históricas del club...
-Hay muchos a los que tengo aprecio tanto personal como deportivamente. Ahí están César, Vélez, Sergio, Julen? Pero ver jugar a Kiko era una delicia.
¿Y de los responsables del banquillo, qué me dice? Porque por ahí han pasado nombres como Tomás Balbás, Blas Ziarreta, Carlos Lasheras, Mendilibar, Cándido Arroyo...
-Es imposible quedarme con uno, pero Cándido tenía algo especial, de Sergio Ezpeleta me quedo con el cambio absoluto de mentalidad futbolística y vital que ha dado y la claridad y firmeza de Tato.
¿Qué otro tipo de deportes le gustan?
-Aún practico fútbol sala y pádel, aunque soy muy malo (risas). Para el sofá y la televisión dejo el baloncesto, el tenis y el balonmano.
¿Es muy de deportistas de antaño?
-Me quedo con Michael Jordan y más cercano en el tiempo, con Rafa Nadal por su afán de superación y trabajo. No importa ser bueno en algo si no tratas de mejorar cada día. Hay muchos deportistas con cualidades físicas y técnicas extraordinarias que se quedan en el camino por falta de actitud. La mente es la mejor y peor arma de un deportista.
Y ahora que acaban de celebrarse unas nuevas elecciones generales, ¿nos movemos al campo de la política y me dice cómo se desenvuelve en ese terreno?
- La palabra gustar no define exactamente mi relación con la política. Ejerzo mi derecho al voto pero sin mucho convencimiento. No tengo confianza en la clase política y creo que es un sentimiento generalizado en este país.
¿Es CR7 un ejemplo para los niños?
-El fútbol profesional es un negocio, así que es difícil controlar la magnitud del mismo y los medios de comunicación se centran demasiado en aspectos no deportivos. De este jugador me quedo con su afán de superación y la confianza en sí mismo, pero debe controlar sus emociones porque mucha gente se fija en é y en lo que hace.