Bilbao- Adam Ondra (Brno, 1993) no conoce su vida sin la escalada. Criado en una familia de escaladores, este checo comenzó a subirse a las rocas casi a la par que empezaba a andar y pronto descubrió que había nacido para ello. Único doble campeón del mundo en el mismo año y primera persona en culminar una vía 9b+. Ondra no para de hacer historia y ya tiene en el punto de mira derribar unos límites impensables antes de su irrupción.
¿Cómo está viviendo la presente experiencia en Euskadi?
-Genial. Llegué un poco nervioso porque nunca había dado una charla en castellano, pero acabé muy contento porque vino mucha gente y al terminar parecía estar entusiasmada. Ahora, aprovecharé estos días para escalar en roca por aquí antes de irme.
¿Le gusta escalar en Euskadi?
-Sí. He escalado unas cuantas veces por Euskadi, sobre todo en Baltzola y me gusta. Hay pistas de todo tipo y algunas están entre las mejores de Europa.
Hablando de usted, ¿cómo fueron sus primeros pasos en el mundo de la escalada?
-Sinceramente no los recuerdo, ya que empecé siendo muy niño. Ha sido todo un proceso muy natural porque nací en una familia en la que todos escalan. Comencé a ir a las rocas con 1 o 2 años y cuando vi que mis padres escalaban, también quise subir. Así y sin sufrir presión por parte de nadie, comencé a escalar.
¿Y cuándo decide que este sería su modo de vida?
-Cuando tenía 7 años ya quería ser escalador profesional y nunca tuve ninguna duda de que lo conseguiría, estaba segurísimo. Siempre hice todo lo que pude por lograrlo y divertirme.
Combina las competiciones con las escaladas en roca. ¿Cuál de las dos modalidades le gusta más?
-Prefiero roca. Las competiciones son un reto interesante, me motiva prepararlas, y al final es una buena combinación porque así me sirve para entrenar de cara a mis proyectos. Las competiciones en los rocódromos son solo un deporte y la escalada en roca es algo más, un estilo de vida.
Cuando mira sus numerosos logros conseguidos desde ese día, ¿con cuál se queda?
-Mirando a las competiciones está claro que me quedo con el doble Campeonato del Mundo conseguido el año pasado. Mientras, en roca me hizo especial ilusión culminar una vía que se llama Change, que está situada en Noruega. La equipé yo mismo, le dediqué mucho esfuerzo y cuando todo salió bien fue una pasada.
Ahí se convirtió en la primera persona en el mundo en conseguir hacer una vía 9b+.
-Sí, pero el grado no es lo más importante. Para mí lo importante era el camino para conseguirlo, porque tuve que equiparla yo. Fue un proceso difícil en el que aprendí mucho.
¿Qué se siente al culminar una hazaña así?
-Cada vez es diferente. Unas veces estoy encantado por terminar y otras, aunque estoy súper contento, también me siento un poco triste porque se acaba el proyecto. Disfruto mucho probando las vías y estar en sitios de este estilo, como por ejemplo en Noruega, es increíble debido a los paisajes, a la gente con la que comparto las experiencias...
¿Cuál es el grado de locura qué hay que tener para vivir así?
-Hay que estar un poco loco para estar ahí. Luego, la paciencia es muy importante. Tenemos que estar semanas durmiendo en furgones esperando las mejores condiciones. Aunque a mí me gustan todas las partes de la escalada, no es un deporte normal, es un estilo de vida. Está claro que disfruto realizando los movimientos en la roca, pero me gusta estar fuera viajando e incluso disfruto en los momentos de espera porque tengo mucho tiempo para leer o pensar.
¿Y sigue sintiendo miedo cuándo sube a las rocas?
-Haciendo escalada deportiva, cuando sé que todo es seguro y que tengo un asegurador que sabe, no tengo miedo. Y es una pena porque me gusta la adrenalina. Obviamente, sí que lo tengo cuando escalo en las montañas y la protección está más lejos, es cuando hay un peligro más objetivo.
Una vez que ha superado todos los registros, ¿le quedan cosas por hacer?
-Sí, tengo muchísimos proyectos en mente. En la escalada deportiva hay cosas que me motivan mucho y una de ellas es hacer una vía 9c, algo que nadie ha hecho hasta ahora.
¿Es posible?
-Claro. En los dos últimos años he entrenado muchísimo y siento que he progresado. No he tenido mucho tiempo por las competiciones y quiero ver ahora los resultados en la roca.
¿Dónde están los límites de la escalada?
-No hay límites. Estoy seguro que algún día haré un 9c y luego intentaré un 9c+. Esto último no sé si lo conseguiré, pero si no seguro que mis sucesores lo logran.