MADRID Casilla; Danilo, Pepe (Marcelo, m.53), Nacho, Arbeloa; Casemiro, Kovacic (Cheryshev, m.76), Isco; James (Jesé, m.65), Cristiano Ronaldo y Benzema.
MALMOE Wiland; Tinnerholm, Árnason, Carvalho, Yotún; Rakip (Kroon, m.76), Lewicki, Adu, Sana (Mehmeti, m.64); Berget y Djurdjic (Ridic, m.46).
Goles 1-0, m.12: Benzema. 2-0, m.25: Benzema. 3-0, m.38: Cristiano. 4-0, m.47: Cristiano. 5-0, m.50: Cristiano. 6-0, m.59: Cristiano. 7-0, m.69: Kovacic. 8-0, m.73: Benzema.
Árbitro Daniele Orsato (ITA).
Estadio Santiago Bernabéu ante 63.000 espectadores.
madrid - El Real Madrid encontró, con el beneplácito del modesto Malmoe, la goleada deseada en un encuentro sin tensión al que supo añadir una buena dosis de competitividad para vapulear a su rival con póquer de goles de Cristiano Ronaldo y triplete de Benzema, e igualar el triunfo más holgado de la historia de la Liga de Campeones, que también correspondía a Rafa Benítez (8-0).
El pase sellado a los octavos de final como primero de grupo no frenaron las ganas de recuperación de un Real Madrid que es consciente de la importancia de cualquier victoria tras levantarse del duro golpe de el Clásico. Dejó señalado a Rafa Benítez, que sigue encontrando el silbido de su afición antes del encuentro, e intenta ganarse al madridismo con planteamientos más ofensivos. Su equipo marcó ocho tantos para igualar un registro que solo había conseguido en la competición de clubes más prestigiosa el Liverpool.
Con rotaciones, dando descanso a jugadores como Modric, Kroos o Bale, la apuesta de Benítez fue buscar una goleada con la actitud que demanda la Liga de Campeones. Recuperó el desequilibrio con balón que provoca Isco, la continua búsqueda del gol de Cristiano Ronaldo y los tantos que curan heridas a Benzema.
La inocencia del Malmoe marcó el duelo. No se encerró en su terreno, ni plantó defensa de cinco hombres para tapar espacios. Superado por un escenario como el Bernabéu en su adiós a Europa y el cierre de una campaña discreta tras pasar de campeón de la liga sueca a quinto clasificado final. Sin embargo, Nada frenó el cántico continuo de 3.500 aficionados visitantes que disfrutaron de un día de fiesta para el modesto que comenzó con silbidos al entrenador del grande. Contrastes del fútbol. - Efe