nueva YORK - La Nueva York a la que le cantaba Frank Sinatra no es la que atraviesan miles de maratonianos, siempre es distinta la ciudad que nunca duerme. Ocurre que todos los que terminan la carrera más icónica del planeta en el imaginario colectivo, la más emblemática para los corredores populares, se sienten los reyes de la montaña cuando la terminan. En eso sí acertó el viejo Franky cuando susurraba aquello de King of the hill. Ese homenaje a la metrópoli estaba inscrito en los 50.000 participantes, entre ellos una treintena de vascos, de la cita neoyorquina.

Los primeros en subir a la montaña mágica fueron los keniatas, dominadores del fondo. Mary Keitany repitió victoria con un tiempo de 2h24:25, y su compatriota Stanley Biwott logró en la carrera masculina su primer grande con un registro de 2h10:34, en un nuevo episodio de supremacía de Kenia, capital de Nueva York. Los dos ganadores alcanzaron la meta en el Central Park con amplio margen sobre los segundos clasificados en esta 45 edición, la etíope Aselefech Mergia y el keniano Geoffrey Kamworor, actual campeón mundial de cross. De cualquier manera, fueron miles los vencedores en su particular maratón. - K. Txakartegi