Vitoria - Desde la pasada primavera su nombre suena sin cesar dentro del pelotón internacional y se ha convertido en una de las referencias imprescindibles del ciclismo profesional. Es Mikel Landa y su espectacular eclosión en la última edición del Giro de Italia, confirmada meses después en la recientemente concluida Vuelta a España, ha servido para que Álava vuelva a aparecer con fuerza en el mundo txirrindulari. Hubo un tiempo, hace no demasiados años, en el que esto era tan habitual que nadie se paraba a analizar los motivos de un éxito probablemente desproporcionado para las dimensiones del territorio. Y ese éxito prácticamente continuado provocó también muy probablemente que se dejara de cuidar y regar la planta hasta que a punto estuvo de secarse del todo. De esta manera, cuando se cerró la etapa dorada que, entre otros muchos, protagonizaron por ejemplo Juan Fernández, Javier Mauleón, Jon Unzaga, los hermanos González Galdeano o Joseba Beloki, el ciclismo provincial comenzó a sufrir una acusada recesión que le ha llevado a languidecer sin remedio hasta que el ciclón protagonizado por el zuyano parece haber removido todas las estructuras.
Sin embargo, ¿qué hay detrás de Mikel Landa? La trascendencia de lo conseguido este año por el del Astana -a partir del próximo curso defenderá los colores del todopoderoso Sky- es de tal magnitud que tapa todo lo demás. Por eso, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA se ha puesto en contacto con varios de los protagonistas del ciclismo en Álava para que radiografíen su estado de salud. ¿Es Landa la punta de un iceberg con una base sólida -solamente hay cinco profesionales más (Víctor de la Parte, Imanol Estévez, Jon Aberasturi, Ricardo García y Arkaitz Durán)- o solamente un caso aislado que no debe ocultar los problemas que afectan a las dos ruedas? Los que mejor conocen la situación toman la palabra.
El primero en ofrecer su diagnóstico es Gorka Beloki, profesional en su momento y en la actualidad director del Infisport-Alavanet, uno de los dos equipos aficionados de los que dispone la provincia. “Lo más preocupante es que ahora mismo solo podamos hablar de Landa. Es triste. Lo primero que tenemos que hacer es preguntarnos qué hemos hecho mal para que hayamos pasado de tener a catorce o veinte profesionales todos los años en el pelotón a únicamente cuatro o cinco. Y a partir de ahí, con esa reflexión bien hecha, trabajar duro y poner todos de nuestra parte”, destaca.
No obstante, el más pequeño de la saga mantiene la esperanza de que se puedan reverdecer esos laureles aunque, eso sí, siempre que se apueste por la unidad. “Desde abajo se están intentando hacer las cosas bien. Hay chavales con condiciones, los padres ponen de su parte y tenemos equipos en todas las categorías -que es muy importante- luchando a tope por el ciclismo alavés. Quizás desde la Federación las cosas se podrían impulsar muchísimo más y lo que es fundamental es que vayamos todos de la mano para que el futuro sea mejor que el presente”, advierte.
Uno de los privilegiados que puede presumir de portar un maillot profesional es Ricardo García aunque, para ello, haya tenido que alejarse miles de kilómetros de su casa y emprender, por segundo año consecutivo, la aventura en Japón. Fue uno de los damnificados por el persianazo de Euskaltel y tiene claro que la situación no es precisamente la ideal. “Llevamos unos años no muy buenos en Álava y Mikel ha dado la campanada claramente. Ha sido un sorpresón porque lo paso mal a principio de temporada y mira qué forma de terminarla. Ahora mismo el nivel que ha dado es muy difícil de superar. Solo unos pocos llegan a estar a ese nivel y para nuestra alegría es alavés y un buen amigo”, reflexiona.
Precisamente la eclosión de Landa es el clavo ardiendo al que se agarra Ritxi para depositar su esperanza en que una mejoría es posible. “Esperemos que sirva de tirón para que se vea que hay cantera y que sale gente buena. En la base se está trabajando y mucho. El Infisport de Gorka Beloki y el equipo Euskadi de Madariaga están haciendo jóvenes muy buenos. Esperemos que la cosa mejore y puedan encontrar acomodo en un equipo en condiciones como lo pude hacer yo, por ejemplo, cuando firme por el Orbea continental”, desea.
Otro de los emigrantes obligados del ciclismo alavés es Víctor de la Parte, quien tras cuajar una excelente temporada en las filas del Team Vorarlberg austriaco disfruta de un merecido descanso ya en casa a la espera de cerrar su futuro para la próxima temporada. En su opinión, son varios los motivos que han provocado el descenso a los infiernos del que comienza a querer escapar el deporte de las dos ruedas en la provincia. “La situación es mala. Es un poco la tónica general a nivel nacional también y aquí el golpe de Euskaltel fue duro. Yo creo que en su momento falló también el trabajo con la base aunque ahora pienso que estamos empezando a remontar. Materia prima hay de sobra y con un poco de tiempo se van a ver los resultados”, argumenta.
Eso sí, avisa a los que vienen por detrás de que, si quieren llegar a la élite, tienen que estar dispuestos a moverse. “Hoy en día hay que tener claro que es impensable pasar a profesionales y correr en un equipo de casa. Para ser ciclista hay que moverse y salir fuera aunque creo que ya no es tanto problema, porque los chavales vienen ya más preparados y el inglés ayuda”.
Otra de las patas importantes de este banco es la Federación Alavesa, encargada fundamentalmente de cuidar de los corredores desde sus inicios hasta que, los más privilegiados, dan el salto a profesionales. “El problema del ciclismo alavés ahora mismo es un problema de falta de equipos y corredores en comparación con los territorios hermanos, pero así y todo se están haciendo las cosas bien. Nos toca ser pacientes y aguantar para que las bases vayan tirando”, destaca su presidente, Floren Martiarena.
A su juicio, la figura de Mikel Landa puede -y debe- jugar un papel muy importante en la recuperación de este deporte. “Indudablemente su explosión es buena para el ciclismo local, como también lo es el papel de Imanol Estévez. Tenerlos como referentes puede ayudar a que los chavales se decanten por la bici. Como contrapunto, echo en falta más equipos de aficionados y una escuadra de referencia como la que en su día fue Euskaltel. Es fundamental para que los chavales sub’ 23 puedan dar el salto y seguir con sus progresiones”, incide.
En definitiva, parece claro que ni mucho menos es oro todo lo que reluce detrás de los brillos de Mikel Landa.